La Real Sociedad ha comenzado la temporada con la sensación de que sus laterales pueden seguir siendo un punto vulnerable. Después de una campaña pasada en la que la falta de profundidad por ambas bandas se notó en varias fases del año, la dirección deportiva y el cuerpo técnico han tenido que tomar decisiones importantes que dejan muchas incógnitas abiertas. Con la plantilla ya cerrada y el mercado de fichajes finalizado, los aficionados observan con atención cómo se desarrollará el rendimiento de los lados, conscientes de que cualquier debilidad en estas posiciones puede condicionar el juego del equipo.
En el lateral izquierdo, la situación arrancó con cierta solvencia. Durante temporada pasada, el equipo contó con dos laterales y medio: Aihen Muñoz y Javi López, que coparon la banda, además de Sergio Gómez, que de manera puntual también disputó algunos minutos en esa posición. Ese era el escenario también en el comienzo del nuevo año. Sin embargo, a medida que avanzaban las semanas de preparación, la dirección deportiva, encabezada por Erik Bretos, y el entrenador Sergio Francisco consideraron que era necesario ajustar la plantilla y tomar decisiones que debilitaban la zona.
Sergio Gómez con la Real Sociedad
Finalmente, se decidió que Javi López debía salir cedido al Oviedo, dejando a Aihen Muñoz como fijo y a Sergio Gómez como alternativa, que no suplente. Esta decisión, lógica desde el punto de vista de la planificación deportiva, ha dejado el lateral izquierdo más debilitado, con menos profundidad en la rotación y con incógnitas sobre la consistencia que puede ofrecer Sergio Gómez a lo largo de una temporada exigente en LaLiga. No por la calidad, que le sobra, si no por la posición. El riesgo de lesiones o de bajón de rendimiento se multiplica, y la banda izquierda de la Real tendrá que demostrar que puede mantenerse competitiva con estos recursos más limitados.
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El lateral derecho es un asunto aún más profundo. La pasada campaña, la Real Sociedad tuvo un solo jugador estable en esa posición: Jon Mikel Aramburu. Hamari Traoré sufrió una lesión grave de rodilla al inicio del año, mientras que Álvaro Odriozola no pudo aportar de manera regular por sus problemas físicos y por no alcanzar el nivel requerido. Esta carencia dejó al equipo con una evidente falta de alternativas y profundidad por la banda derecha, un déficit que condicionó muchas fases del juego ofensivo y defensivo.
Con la llegada de la pretemporada, la dirección deportiva contaba con cuatro candidatos para ocupar el lateral derecho, incluyendo al joven Rupérez, ascendido desde el Sanse. Tras analizar la situación, se tomó la decisión de que Traoré y Odriozola debían salir. El maliense finalmente se marchó al Paris FC tras una buena oferta económica, aunque inicialmente no quería abandonar Donostia. Odriozola, por su parte, buscó oportunidades fuera, pero su elevada ficha lo hizo inviable para posibles fichajes. Esta resolución dejó únicamente a Aramburu como titular indiscutible y a Rupérez como alternativa, con Odriozola ejerciendo de tercer lateral disponible.
Hamari Traoré posa con la camiseta del Paris FC
La consecuencia de estas decisiones es clara: la Real Sociedad mantiene algunas incógnitas importantes en los laterales. El año pasado ya se echó en falta profundidad y continuidad, y la única incorporación real ha sido la subida de Rupérez. No se ha reforzado de manera externa ninguna de las dos bandas, lo que deja un margen de riesgo ante lesiones, sanciones o bajones de rendimiento. La planificación ha apostado por la confianza en los jugadores de la casa y en los que ya estaban, pero el límite es evidente: cualquier problema físico en los laterales puede complicar seriamente la dinámica del equipo.
En definitiva, la Real Sociedad arranca la temporada con Aramburu como titular indiscutible en el lateral derecho, Rupérez ascendido al primer equipo y Odriozola como tercer recurso. En la izquierda, la combinación de Aihen Muñoz y Sergio Gómez tratará de suplir la salida de Javi López. La falta de incorporaciones externas mantiene la plantilla limitada en estas posiciones, y el equipo deberá gestionar los minutos y la carga de sus laterales con cuidado.