Un milagro se vivió en Albacete. Estaba en chiqueros Fortes para recibir al cuarto, cuando le de Mayalde le fue al pecho, propinándole una paliza importante. Se incorporó Saúl para pegarle unas verónicas con la cara llena de sangre y arena, porque tenía visibles … erosiones en la sien derecha y la frente. Pero que, después del susto, ‘sólo’ llevara eso, es como haber visto el capote de la Virgen de los Llanos en el mismo ruedo. Y un muletazo por el derecho, rodilla en tierra, en el inicio del faena, yendo el toro hasta el final, fue sencillamente extraordinario. Lo pasó a torear con verticalidad, y el noble animal obedecía, aunque Fortes y el de Mayalde querían distancias distintas. Poca suerte tuvo con el primero, con el que nada pudo hacer.
Fortes, con arena y heridas en la frente, tras la voltereta
Se preocupaba Molina por el estado de Fortes, cuando el malagueño iba a recoger la oreja tras ese cuarto. El albaceteño conoce bien la dureza de la Fiesta, ya que toreó en esta su primera tarde en la feria con los puntos aún recientes de las dos cornadas que sufrió hace tan solo nueve días en Bayona. Hizo caso omiso a las recomendaciones médicas y sus paisanos agradecieron el gesto. Porque fue mayúsculo el esfuerzo que hizo con un enclasado animal, que salió como primero de su lote. De rodillas se plantó el torero para dejar clara su actitud desde el inicio de faena. Las primeras series tuvieron más distancia, especialmente al natural, cosa que fue acortando José Fernando a medida que avanzaba la obra. Sin una concesión a la galería, se metió Molina entre los pitones, y aunque era casi imperceptible, se notaba en el torero una ligera cojera. Mucho mérito el del coletudo, que arrancó la primera oreja de la tarde.
Y mejor estuvo el de Albacete con el quinto, un animal nada fácil, al que recibió con chicuelinas y toreó con templanza por ambas manos con la franela, destacado los pases de pecho, largos siempre, de pitón a rabo, así como los muletazos al natural. Comenzó de nuevo de rodillas, y no se le notó en ningún momento la lesión que continúa arrastrando. Una lástima que el mal uso del acero le impidiera redondear la tarde cortando otra más que merecida oreja. Entraba Molina contrariado en el callejón. Pero aún le queda otra tarde y ahí será.
A chiqueros se fue Navalón para recibir al tercero, al que recibió con una larga de perfecta ejecución y belleza. Y bien embistió Descreído en el capote del valenciano, albaceteño de adopción. Tal vez el inicio por la espalda, en los medios, no fuera el mejor para un toro de calidad, pero justito; mas sí fue una declaración de intenciones de un torero que, a renglón seguido, se puso a torear, con todas las letras, llevando al toro largo, despacio -como también embestía el de Mayalde-, dándole distancia y el ritmo que pedía un animal de muchísima calidad. Lo cuajó por ambas manos con una claridad de ideas impropia de alguien que lleva menos de un año en esto. Cuidó al toro al principio, para acabar exigiéndole y sacando todo lo que tenía. También recurrió a buscar la conexión con el público de otra manera y, aunque es lógico por la juventud y ambición del chaval, donde destaca es en el toreo fundamental, y eso lo bordó con este animal súper clase, al que hubiera desorejado de haber estado acertado con el acero.
Tenía unas ganitas de saltar el sexto impresionantes. Mientras, Navalón esperaba de rodillas para darle una larga en el tercio. Y lo consiguió, pero el animal prefería saludar a los del callejón que hacer caso al de Ayora. Y muy justito se mostró en los primeros tercios. Mientras caían algunas gotas, brindó Samuel a sus padres. Un molestísimo viento comenzó a soplar cuando citaba el torero a Atrevido. Con todos los elementos en contra, y un animal que quería más que podía, el valenciano puso lo que no tenía su adversario, llegando a montarse encima para arrancar la oreja que le abriera la puerta grande. Con tan sólo veinte años tiene una inteligencia delante del toro impropia de su edad. La gran estocada, a la segunda, eso sí, puso en su mano otro trofeo, abriendo de este modo la primera puerta grande de la feria.
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Plaza de toros de Albacete.
Lunes, 8 de septiembre. Entrada: Más de 3/4. Toros de Conde de Mayalde, bien y presentada seria, de buen comportamiento en general y con mucha clase. -
Fortes,
de nazareno y azabache. Media contraria y tres descabellos (silencio). Estocada atravesada (oreja). -
Molina,
de caña y oro. Media y descabello (oreja). Estocada contraria y atravesada que hacía guardia y descabello (ovación). -
Samuel Navalón,
de obispo y oro. Pinchazo y estocada (oreja). Pinchazo y estocada (oreja).