Cuidar la visión de los más pequeños es imprescindible para su desarrollo. Una percepción visual correcta de su entorno facilita su concentración, ya que les posibilita comprobar más rápido todos los estímulos que contribuyen a su aprendizaje; como jugar con amigos o leer la pizarra.
Entre los problemas de salud visual más comunes está la miopía, que resta nitidez a los elementos que se encuentran alejados del ojo. Cada vez más niños y adolescentes padecen este trastorno y a edad más temprana. De hecho, uno de cada cinco niños entre cinco y siete años ya presentan miopía.
Con motivo del comienzo de las clases, acudir al óptico-optometrista para realizar un chequeo puede salvaguardar a los alumnos de un curso sin dificultades.
Señales para realizar una revisión visual a los más pequeños
En muchas ocasiones, los niños no suelen expresar lo que les ocurre, sobre todo en edades muy tempranas. Por ello, los progenitores deben ser los encargados de vigilar ciertos comportamientos para actuar a tiempo.
- Acercarse mucho al cuaderno, pantalla o pizarra.
- Entrecerrar los ojos para ver mejor de lejos.
- Quejas frecuentes de dolor de cabeza o fatiga ocular.
- Dificultad para seguir el ritmo en clase o pérdida de interés en actividades que requieren mirar a distancia.
La mejor solución es acudir a un especialista ocular anualmente desde los cinco años, incluso antes si existen antecedentes familiares o síntomas claros.
Contra la miopía
Los profesionales de Federópticos promueven varias recomendaciones para combatir y frenar la progresión de la miopía en niños y adolescentes.
- Lentes oftálmicas especiales: son gafas graduadas que incorporan un diseño especial en las lentes con el fin de frenar el crecimiento de la miopía a medio plazo.
- Lentes de contacto de desenfoque periférico: al igual que las anteriores, se tratan de unas lentillas blandas diarias con el mismo uso que el resto, pero que permiten corregir la miopía y ralentizar su aumento.
- Ortoqueratología (OrtoK): se basa en un tratamiento ocular en el cual se utilizan lentillas especiales durante la noche que moldean suavemente la córnea, lo que permite una visión nítida al día siguiente sin que sea necesario el uso de gafas.
- Terapia visual personalizada: son ejercicios visuales que se realizan tanto en el gabinete optométrico como en el hogar, con resultados palpables gracias a un seguimiento adaptado a las necesidades de cada niño.
Reconocimientos periódicos
Federópticos ofrece evaluaciones visuales completas y una atención personalizada con el objetivo de escoger la mejor alternativa ante un problema de visión, según la edad, los hábitos y el nivel de miopía de cada niño o adolescente.
Un sencillo test de visión infantil puede dar un giro en la trayectoria académica de cualquier alumno.