► La inexistencia de financiación específicamente industrial.
“Los proyectos industriales necesitan de una financiación a 15 años. Y no hay ninguna institución bancaria que se dedique a financiar la industria. Habría que explorar la necesidad de un gran banco industrial que aglutinara ICF, banca tradicional y ‘family offices’ catalanas”. Esta es la propuesta de Joan Vila, CEO de la papelera LC Paper, experto en cuestiones energéticas y referente industrial en La Garrotxa. Sin un modelo de financiación adecuado, será muy difícil encarar el futuro de una industria que siempre necesitará por definición ser intensiva en capital y pensar a largo plazo. Robotizar cadenas de producción exige, además de mucho capital, mucha mano de obra especializada.
Visita de estudiantes de FP al laboratorio de microbiologia del Hospital de la Vall de Hebron. JOAN PUIG
Visita de estudiantes de FP al laboratorio de microbiologia del Hospital de la Vall de Hebron. JOAN PUIG
► La necesidad de formar y retener talento.
Por eso, mientras que los ingenieros aún pueden formarse en Catalunya y quedarse, sin una FP y una formación dual de calidad y repartida por el territoriono se podrá desarrollar la política industrial. Necesitamos una apuesta decidida por formar y retener talento tanto en las especialidades emergentes que la digitalización y la robotización están generando, como en los oficios más tradicionales de mecánica, electricidad y electrónica. Sin esto, no podremos hacer funcionar nuestras industrias.
► El encarecimiento de la energía.
El inevitable proceso de electrificación de la industria requiere un diseño de redes de transporte y de generación que lo soporten. Pero no puede ser que los industriales catalanes acaben pagando una factura energética superior a la del resto de países europeos, sobre todo por los injustificados sobrecostes que representan los peajes eléctricos.
Generadores en el parque eólico de La Torre de Fontaubella (Priorat). JOAN PUIG
Generadores en el parque eólico de La Torre de Fontaubella (Priorat). JOAN PUIG
► El freno de una Europa con 27 regulaciones.
“¿Cómo se puede liderar Europa con 27 regulaciones y 27 transposiciones distintas de las directivas? En Europa somos los campeones de la burocracia”, nos dice Pau Relat, actual presidente de Fira Barcelona y también presidente de la multinacional catalana MAT Holding, dedicada a la agricultura y el agua. Europa es y ha sido el mercado natural de la industria catalana. Pero en un mundo completamente globalizado y con una crisis de liderazgo sin precedentes por parte de Alemania, Europa tendrá que definir sus prioridades industriales frente al gigante chino, que se ha convertido en la fábrica del mundo. Por eso, los industriales se preguntan: ¿Qué se ha hecho mal para que la industria haya tenido tan poco acceso a los Fondos Next Generation que debían ayudar a la transformación tecnológica y medioambiental de la industria?
Estas son las cuestiones que, entre otras, preocupan a los industriales catalanes. Parece como si la apuesta por este sector en Catalunya solo se la tomara en serio el empresariado industrial. Dejemos que sean ellos quienes tengan la última palabra sobre su futuro. “Generalmente el aparato del Estado desconfía, por desgracia, de las empresas”, comenta Joan Vila. “La apuesta por la industria se debe hacer ahora para que se vean los resultados dentro de 15 años”, dice Carles Navarro. “El arraigo al territorio y la resistencia frente a la incertidumbre y las crisis hacen totalmente necesaria la industria”, añade Martina Font. “Soy optimista con el futuro industrial porque creo en el valor de la visión a largo plazo del empresariado y en su capacidad de liderazgo”, concluye Pau Relat.
Necesaria, resiliente, estratégica, líder y poco apreciada, la industria catalana proyecta su futuro convencida, con permiso de Torres y Bages, de que “Catalunya será industrial o no será”.