España incrementará su contribución a la seguridad y disuasión del flanco este de la OTAN tras la invasión del espacio aéreo polaco por parte de drones rusos el pasado miércoles.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ratificado que España participará en ese nuevo dispositivo de la Alianza con medios aéreos que se sumarán a los que ya tiene desplegados en Letonia, Lituania y otros países y asegura que “estarán ahí todo el tiempo que haga falta”.
“Putin no nos va a amedrentar”, ha añadido, en referencia a las incursiones por parte de drones rusos en Polonia, que es miembro de la Alianza Atlántica, y al nuevo dispositivo que esta va a poner en marcha para reforzar su flanco este, la nueva iniciativa militar bautizada con el nombre de ‘Centinela oriental’ anunciada este viernes por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
También a través de un mensaje publicado en las redes sociales, el Ministerio de Defensa ha anunciado este aumento de la contribución española “en misiones de vigilancia y control” en coordinación con el planeamiento aliado, aunque no ofrece más detalles de ese incremento.
España participa desde 2004 en la misión ‘Persistent Effort: policía aérea del Báltico’ en la que aviones de la OTAN realizan misiones de vigilancia y control del espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania. El pasado 1 de agosto desplegó ocho Eurofighter en el marco de la misión en Lituania.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció este viernes una nueva iniciativa militar bautizada con el nombre de ‘Centinela oriental’ con la que se busca reforzar la defensa del flanco oriental de la Alianza, tras las últimas invasiones del espacio aéreo.
En una rueda de prensa en la sede de la Alianza, en Bruselas, Rutte detalló que esta nueva actividad militar comenzará “en los próximos días” y explicó que “además de capacidades militares más tradicionales, este esfuerzo también incluirá elementos diseñados para abordar los desafíos particulares asociados con el uso de drones”.
En la noche del martes al miércoles, varios drones rusos fueron detectados en el espacio aéreo de Polonia y, poco después, derribados por aviones de combate polacos y de los aliados de la OTAN desplegados en el flanco este, en el incidente más grave sucedido entre Rusia y un miembro de la Alianza Atlántica en los más de tres años de guerra en Ucrania.
Apoyo estadounidense
Estados Unidos se distanció este viernes de Rusia y advirtió al país eslavo que “defenderemos cada pulgada del territorio de la OTAN”, según dijo la representante de EEUU en la ONU, Dorothy Shea, en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad pedida por Polonia, tras la incursión de los drones rusos en su territorio y que fueron inmediatamente derribados. Se trata del primer acto de agresión directa de Rusia contra un miembro de la OTAN desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Esas acciones de Rusia “muestran una inmensa falta de respeto por los esfuerzos de buena fe de Estados Unidos para poner fin a este conflicto”, dijo Shea dirigiéndose al representante de Rusia. La diplomática estadounidense subrayó que su país ha consentido “esfuerzos extraordinarios para propiciar el fin de la guerra (en Ucrania)”, pero se ha encontrado con que Rusia no hace sino intensificar los ataques desde que terminó la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso Vladímir Putin en Alaska, concebida precisamente para buscar el fin de la guerra.
La diplomática dejó la puerta abierta a que la violación del espacio aéreo polaco fuera un error, al señalar que se produjo “intencionadamente o de otro modo”.
Pero en su intervención posterior, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, no habló de ningún error, sino que se dedicó a negar el suceso como si fuera una invención, “unas acusaciones sin fundamento contra nosotros”.
Según Nebenzia, el rango máximo de los drones usados esa noche en su ataque contra Ucrania “no excede los 700 kilómetros, lo que hace físicamente imposible que alcancen territorio polaco”.
Nebenzia descalificó de paso “el arrebato histérico” de los países de la Unión Europea que, según él, han caído en los intentos de Ucrania de extender el conflicto más allá de sus fronteras.