La matriz de Iberia, IAG, ha tomado una decisión con respecto a su posición en Air Europa, que se había devaluado ostensiblemente después de que el pasado veinte de agosto la compañía balear controlada por la familia Hidalgo anunciara un acuerdo con Turkish Airlines … para traspasarle el 27% del accionariado. Para no ver diluida su posición, finalmente el ‘holding’ hispano-británico acudirá a la ampliación de capital por la que la aerolínea turca entrará en Air Europa, y lo hará con intención de mantener su 20% actual.
«La participación de IAG en Air Europa es puramente financiera y, por tanto, la decisión de mantener el porcentaje se ha tomado, igualmente, siguiendo criterios financieros». Así ha justificado IAG una decisión que sin embargo podría interpretarse también como un movimiento estratégico, dado que Air Europa se postula para ser el ‘caballo de Troya’ a través del cual Turkish Airlines se lance al asalto de Barajas. La compañía turca ha sido muy clara en sus intenciones, que pasan por usar el ‘hub’ español para ampliar su cuota de mercado en el continente sudamericano, en el que es un actor secundario a pesar de ser la aerolínea que viaja a más países del mundo.
Así las cosas, IAG tendrá que ver como prospera la alianza del que en estos momentos es uno de sus principales rivales con una empresa que durante mucho tiempo estuvo en su radar. Precisamente, el 20% de IAG en Air Europa es resultado de un intento fallido por parte del ‘holding’ por hacerse con la compañía y convertirse en el líder indiscutible en Iberoamérica. Tras adquirir esa participación en 2022, a partir de un préstamo que luego se convirtió en acciones, en febrero de 2023 IAG firmó un acuerdo con Globalia (propiedad de la familia Hidalgo) por el que se habría hecho con el 80% de Air Europa. Sin embargo, hace ahora un año ese pacto tuvo que ser cancelado -Iberia tuvo que abonar 50 millones a Globalia como compensación- por la presión regulatoria de Bruselas, que planteó duras exigencias para evitar que se produjera una situación de monopolio.
Está por ver, sin embargo, si prospera la operación de Turkish Airlines en Air Europa, pues también está sujeta a una serie de aprobaciones que, dadas las particularidades del caso, no estarán exentas de polémica. El plan de la aerolínea turca es abonar 275 millones en un préstamo que se convertirá en acciones una vez autorizada la operación por parte de la SEPI, la Comisión Europea y el escudo antiopas del Gobierno, más otros 25 millones en acciones. Con esto, la familia Hidalgo prevé cancelar parte del préstamo de 475 millones que concedió a la aerolínea la SEPI durante la pandemia -con mucha polémica por el supuesto trato de favor del Gobierno-, tras haber devuelto en mayo los 150 millones que le había prestado el ICO.
Como ya se ha avanzado, la transacción necesita el beneplácito de la SEPI. También el de la Comisión Europea y el escudo antiopas, el mecanismo diseñado por el Gobierno durante la pandemia para proteger los intereses de España en empresas críticas frente a capital extranjero. El caso es que hace un año el Ejecutivo vetó la compra de Talgo por parte de la húngara Magyar Vagon (participada por un fondo estatal) usando como argumento la cercanía del Gobierno húngaro con Rusia, y un argumento similar valdría para este caso, dado que el accionista mayoritario de Turkish Airlines es un fondo soberano del estado turco, al que también podría considerarse amigo de Rusia, según la lectura que se hiciera.