Los organizadores del Mundial de Tokio prepararon una jornada explosiva para animar un domingo festivo con mucho potencial. El público respondió en masa con todas las localidades vendidas. Más de 50.000 espectadores llenaron el Estadio Nacional para ver a las personas más rápidas del planeta y los atletas, protagonistas de la función en la pista, respondieron a las altas expectativas con unas carreras históricas. Oblique Seville se coló en una fiesta que parecía reservada para Kishane Thompson -líder mundial del año- y Noah Lyles -campeón olímpico en París 2024-. El jamaicano de 24 años salió como un rayo, se impregnó del espíritu ganador de Usain Bolt -presente en la grada- y lo fio todo a su frecuencia endiablada. No era el más fuerte de los finalistas, ni el que tenía la mayor amplitud de zancada, pero fue el que mejor aguantó la caída de la velocidad para ganar en 9”77. Thompson redondeó el doblete jamaicano con su segunda posición con 9”82 y Noah Lyles completó el podio con 9”89.
Jamaica recuperó el trono de la velocidad en un Mundial 10 años después de la última victoria, que llevó la firma de Usain Bolt con otro de sus tripletes dorados en Pekín 2015.
Melissa Jefferson-Wooden dominó en la última carrera de 100m de Shelly-Ann Fraser en Tokio
En el 100m femenino, la victoria fue para Melissa Jefferson-Wooden con 10”61, nuevo récord del campeonato. La norteamericana de 24 años doblegó a la campeona Julien Alfred y a una Shelly-Ann Fraser que disputó su última carrera de 100m. La jamaicana, que todavía tiene por delante el relevo del 4x100m para cerrar su carrera, deja una trayectoria legendaria con ocho medallas olímpicas, 26 preseas internacionales y 94 victorias para ser la velocista más laureada de la historia.
Shelly-Ann Fraser está completando en Tokio su último campeonato antes de retirarse
Tara Davis ganó el concurso de longitud desde el primer salto, sin que ninguna rival pudiera acercarse a sus 7,13m. Malaika Mihambo, que fue segunda, saltó 6,99m.