Este domingo, Rusia difundió imágenes del lanzamiento de un misil hipersónico 3M22 Zircon desde una fragata en el mar de Barents, en el océano Ártico, cerca de las fronteras de la OTAN. El lanzamiento ocurre en un contexto de crecientes tensiones con Occidente, a pocos días de que varios drones rusos violaran el espacio aéreo de Polonia y Rumania, países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
La prueba del Zircon se enmarca dentro de las maniobras conjuntas Zapad 2025 con Bielorrusia, una semana de ejercicios militares que buscan evaluar las capacidades defensivas y de coordinación entre ambos países aliados. También sirve para exhibir que la fuerza militar de Rusia no ha perdido su poderío, no obstante las fuertes pérdidas registradas a más de tres años del inicio de la invasión a Ucrania.
En el video compartido originalmente en la app Telegram, la tripulación abordo de la fragata Almirante Golovkó dispara el Zircon contra un objetivo en el mar de Barents, zona limitada al oeste por el mar de Noruega. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el blanco fue destruido en un golpe directo de su misil hipersónico, el cual puede alcanzar una distancia de hasta 1,000 kilómetros y desplazarse a una velocidad Mach 9, es decir, nueve veces la velocidad del sonido.
En las imágenes también se muestran ejercicios con los cazabombarderos supersónicos Sukoi Su-34, un cazabombardero biplaza que puede llevar hasta 8 toneladas de armamento y que puede volar hasta 4,000 kilómetros sin repostar (o más de 7,000 km con tanques externos).
Existe evidencia de que Rusia ha empleado misiles hipersónicos contra blancos civiles en Ucrania, como el Zircon o el Kinzhal, los cuales son prácticamente imposibles de interceptar, no solo por su velocidad, también por sus capacidades de maniobra, ya que pueden cambiar de rumbo en pleno vuelo para evadir sistemas de defensa (aunque de manera limitada).