MADRID, 16 Sep. (EDIZIONES) –
Seguro que en alguna ocasión te has preguntado por qué te sientes tan cansado, y has pensado en acudir al médico de cabecera a que te haga una analítica por si pudieras tener anemia. Esto es algo súper frecuente, pero no lo es el pensar que, quizá, ese agotamiento que tienes es porque no descansas lo suficiente.
Así lo alerta durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus el médico divulgador y con miles de seguidores en redes sociales Manuel Viso (@manuelvisothedoc), jefe de Hematología y laboratorio y jefe de Urgencias del Hospital San Rafael de A Coruña.
“Por ser hematólogo en muchas ocasiones vienen a mi consulta pacientes pensando que tienen anemia. Les haces analíticas, les exploras, pero en gran parte de las ocasiones ves que todo es normal, y entonces la pregunta que viene después es ‘cómo es tu sueño’ y ‘cómo te levantas por la mañana'”, subraya con motivo de la publicación de ‘Super sanos’ (Harper Collins).
SIGNOS SOBRE LOS QUE ESTAR ALERTA
¿Cómo saber que no hemos dormido lo suficiente, y no hemos gozado de un sueño reparador? El doctor Viso advierte sobre esas mañanas en las que nos levantamos cansados, y durante el día notamos que estamos agotados, que no somos capaces de concentrarnos, o que, por ejemplo, perdemos la atención con facilidad.
“Esto, al final, se suma, y llegas a una situación en la que la cantidad de cosas que acumulas te genera ansiedad y estrés y te viene el insomnio de conciliación, de forma que no puedes limpiar todo esto para que el sueño pueda instaurarse por la noche. Llega, entonces, el mal dormir, el ‘estoy agotado’, el ‘me olvido de las cosas’, ‘no me concentro’, ’empiezo a tener demencia’ y no, generalmente has bajado nivel de atención y te olvidas y tu cerebro está desordenado porque no has descansado bien”, resalta.
CÓMO DEBEMOS DORMIR
Manuel Viso, que es especialista en Urgencias y en Hematología, así como máster en nutrición y experto en medicina deportiva sostiene que para gozar de un buen descanso, sobre todo, hay que prepararse para dormir. ¿Cómo hacerlo? Habla de la importancia de las rutinas, de mantener unos horarios constantes, especialmente porque “el cerebro funciona de forma programada, y no le gusta el cambio, y quiere mantener todo”, de forma que, tal y como explica, si establecemos horarios regulares, nos levantamos y acostamos siempre a la misma hora, será todo más fácil.
“A la hora de ir a dormir es importante generar un ambiente propicio, la habitación con una temperatura adecuada, donde no haya ruidos, no se esté con las pantallas, o con las luces porque se inhibe la liberación de melatonina, evitar cenas copiosas o muy grasientas porque dificultan el establecer el sueño, no hacer ejercicio justo cuando nos vamos a acostar, y llevar a cabo actividades que nos relajen. Unos se dan a la lectura, otros a la charla, cada uno debe buscar lo que le relaje, pero sobre todo fuera pantallas y televisión que nos estimulen y evitar sustancias estimulantes como café o bebidas energizantes o alcohol”, detalla este experto.
LA MEJOR POSTURA PARA DORMIR: LA DE SIEMPRE
En último lugar, el doctor Viso resalta la importancia de dormir en la postura en la que mejor nos encontremos. Descarta totalmente que haya una postura específica o perfecta para dormir, más allá, por ejemplo, de las embarazadas, que lo idóneo es que descansen por un efecto en la vena cava, en posición decúbito lateral izquierdo; o aquellas personas que presenten problemas de espalda duerman boca arriba con una almohada debajo de las piernas.
“Pero, salvo esto la postura, la mejor postura para dormir es la de siempre. Boca abajo se fuerza mucho zona cervical y lumbar y suele estar desaconsejado. Por eso, no existe una postura perfecta para dormir que sirva para todos. Cada cuerpo marca sus necesidades y la diferencia“, concluye este médico divulgador.