Con una dura crítica a su liderazgo político, el gobierno de Donald Trump formalizó su disgusto con el de Gustavo Petro al reincorporar a Colombia en la lista de países que no cumplen satisfactoriamente en la lucha contra el narcotráfico.
Aunque en principio se eximirán sanciones por interés nacional de Estados Unidos, el mensaje de este lunes, al confirmar la descertificación, refleja el complejo momento por el que pasa la relación binacional, el más crítico en décadas. “El fracaso de Colombia en el cumplimiento de sus obligaciones antidrogas durante el último año descansa únicamente en su liderazgo político”, señaló la Casa Blanca.
Trump y Petro Foto:AFP y Presidencia de la República.
La embajada de Colombia en Estados Unidos rechazó de manera categórica la decisión, así como los cuestionamientos dirigidos contra el liderazgo de Petro.
“Colombia rechaza las alusiones dirigidas al liderazgo político del presidente Gustavo Petro y aquellas que sugieren permisividad o concesiones al narcotráfico en Colombia”, dice el comunicado.
En la Casa de Nariño se llegó a prever desde hace varios días que la determinación de la Oficina Oval estaría condicionada por las claras diferencias ideológicas. “Es una decisión política de Estados Unidos”, anticipó la canciller Rosa Villavicencio.
También el embajador en Washington, Daniel García-Peña, quien hasta último momento hizo uso de todos los medios posibles para persuadir una decisión favorable, reconoció que el factor político podría jugar un papel.
“No puede uno ignorar que eso va a ser como otras decisiones y tendrá sus efectos, pero lo analizaremos en su momento. Lo que sí puedo garantizar es que pase lo que pase, la relación debe continuar”, le dijo a este diario el diplomático tras finalizar el cabildeo con la cúpula militar en la capital estadounidense. Durante la visita, se mostraron resultados positivos en incautación, destrucción de laboratorios y capturas, pero no fue suficiente a pesar del reconocimiento del Departamento de Estado a la Fuerza Pública en su pronunciamiento.
Daniel García-Peña, embajador de Colombia ante los Estados Unidos. Foto:Presidencia
El bajo nivel de erradicación de cultivos ilícitos fue la razón principal que derivó en este escenario. Algo que Trump achaca a las políticas de Petro.
Desde que el magnate republicano tomó posesión para su segunda etapa en la Presidencia, la relación ha mantenido en cuidados intensivos y ahora se enfrenta a un enorme desafío pues la Casa Blanca presiona para que el Ejecutivo colombiano aplique estrategias más agresivas en el combate de las drogas que no estaban en consideración en su plan de gobierno.
“El objetivo es castigar al gobierno Petro no solamente por el desempeño en contra de las drogas. Lo que creo que esto va a producir en términos políticos, es una reacción por parte del Gobierno Nacional que va a estar destinada primero a utilizar esto electoralmente, porque yo creo que le funciona muy bien con el discurso nacionalista anti Estados Unidos y anti intervencionista”, opinó la internacionalista Sandra Borda.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, preside una reunión con funcionarios en la Casa Blanca. Foto:EFE
En efecto, desde el Pacto Histórico ya empezó a moverse esta narrativa que describe la analista. “La descertificación de EE.UU. es un acto unilateral e ilegítimo. Ningún país tiene la potestad de juzgar a otro; esa es una facultad exclusiva de los organismos multilaterales como la ONU”, comentó la senadora y precandidata María José Pizarro.
Para el expresidente Ernesto Samper, último mandatario protagonista de una descertificación, “no es el fin del mundo”, sino no una “oportunidad de volver a mostrar internacionalmente los altos costos económicos, sociales e institucionales que hemos pagado por un problema que no es solo nuestro”.
De acuerdo con Borda, la situación puede exacerbar los choques de micrófono y aumenta los niveles de polarización a nivel regional justo cuando Washington le muestra más los dientes al régimen de Nicolás Maduro, a quien el presidente Petro no ha dudado en defender negando la existencia del Cartel de los Soles.
Nicolás Maduro presidente de Venezuela en despliegue de fuerzas de seguridad Foto:AFP
“Generar más distancia con Petro y con Colombia en un momento en el que están adelantando esa operación naval en el Caribe para tratar de arrinconar a Venezuela, me parece que solamente les dificulta más las cosas, pero pues ellos están en el plan y creo que es más una decisión de Rubio que de Trump”, agregó la analista.
Este nuevo panorama, que no se vivía en el país desde hace 28 años, tendrá también repercusión en la agenda electoral de cara a 2026, con una oposición que podría presentar la descertificación como prueba de que el gobierno aisló a Colombia de su principal aliado estratégico y debilitó la seguridad nacional con los escasos resultados de la ‘paz total’.
Reunión del presidente Gustavo Petro con congresistas estadounidenses. Foto:Presidencia
“La imagen internacional de Colombia se deteriora mientras Petro piensa únicamente en su campaña política, impulsando a sus candidatos al congreso a la presidencia y respeta a los demás poderes públicos En este momento, los Estados Unidos toma una decisión, porque el crecimiento de cultivos ilícitos es absolutamente inusitado ante la arrogancia de un presidente que realmente lo está permitiendo, como ha permitido que campeen por todo el país los grupos armados narcotraficantes”, dijo el conservador Efraín Cepeda.
Entretanto, empiecen a crecer los llamados para implementar una hoja de ruta basada en la diplomacia para superar esta crisis y prevenir futuras. “Con Estados Unidos compartimos más de 200 años de historia: que la diplomacia guíe este nuevo desafío”, apuntó la excanciller Laura Sarabia.
Este despliegue diplomático que seguramente arranca hoy se dará a sabiendas de que Trump parece no estar dispuesto a negociar respecto a lo que espera Estados Unidos: la erradicación forzosa.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Redacción Política