La víctima hizo escala desde Colombia para ir a Canarias pero la secuestraron y violaron mediante sumisión química en Moratalaz
Detenido un hombre por una presunta violación con sumisión química en plena calle en Puente de Vallecas
La Policía traslada a los detenidos a los calabozoso de la Ufam de Madrid
17/09/2025
Actualizado a las 04:27h.
Esta historia es sorprendente no solo por el hecho delictivo en sí, sino también por las claves de su esclarecimiento, que deberían estudiarse en las academias de policía. El resultado es que una mujer que estaba de paso por Madrid pudo ser liberada del piso donde se encontraba retenida, drogada por su propia prima política y donde la habían agredido sexualmente; pretendían los dos detenidos meterla en una red de trata de mujeres prostituidas. El desenlace ha tenido lugar en Moratalaz la noche del lunes a ayer.
Todo comenzó a las ocho de la tarde, cuando una patrulla de la Policía Municipal de Madrid circulaba por la carretera de Villaverde a Vallecas. Un ciudadano les paró en plena calle: «Agentes, estoy hablando con un amigo que vive en Tenerife y me dice que su mujer está viajando de Colombia a Canarias y ha hecho escala a Madrid para reencontrarse; iba a hacer noche en casa de una prima de él. Lo ha llamado avisándole de que estaba secuestrada y la habían obligado a beber una gran cantidad de alcohol con alguna sustancia». Según su relato la víctima le contó: «Me han echado algo, porque me he despertado en un piso y no sé ni donde estoy. Me siento amenazada por tu prima y por unos hombres colombianos que pueden tener pistolas».
Los agentes hablaron con el marido, quien explicó que sospechaba que la querían poner a prostituirse y que la notó muy aturdida.Además, aportó unas fotos que María (nombre ficticio), de 37 años, había hecho con su móvil en el trayecto desde que quedó con la prima del marido hasta que, con un sujeto, la habían obligado a meterse en un coche para trasladarla a la vivienda. Como ella ya se sentía mal, sospechó y capturó instantáneas de la calle. Luego, hizo más desde la propia vivienda y explicó lo que veía del exterior a su pareja, para ver si conseguía alguna pista del paisaje urbano que aclarase su paradero.
Uno de los policías municipales de Villa de Vallecas reconoció la zona: le parecía un barrio cercano al complejo policial de la calle de la Tacona, en Moratalaz. Así que se pusieron en contacto con colegas suyos de la Comisaría Integral de ese distrito, que confirmaron su intuición.
Entonces, comprobaron el domicilio oficial de la prima, Jendry, de 33 años y colombiana también, pero no se encontraba en Moratalaz. Así que comprobaron el del número de su teléfono, que aportó la pareja de la víctima. Estaba a nombre de un varón, su novio, a quien buscaron en el padrón municipal: efectivamente, residía en un piso de la calle de la Encomienda de Palacios, que confluye con Tacona.
Hasta la vivienda acudieron tanto los policías municipales de Villa de Vallecas como de Moratalaz y otro indicativo de la Policía Nacional de ese distrito, cuya comisaría está precisamente allí. Llamaron a la puerta y Jendry les abrió. Estaba acompañada de Vicente, un español de 53 años. También estaba María. Se encontraba retenida, con el cinturón abierto y los botones de la blusa y los cordones de los zapatos desabrochados.
La sacaron al descansillo y explicó a los funcionarios: «Ese hombre me ha intentado quitar la ropa pero me he resistido. Pero me han dado una copa y me he empezado a sentir mal. Me ha empezado a tocar en la vagina y me ha mordido los pechos. La prima de mi marido no ha hecho nada para impedirlo». Jendry aseguró que Vicente no era su pareja, quien en realidad estaba en Málaga por motivos laborales. Él no abrió la boca. La rehén fue llevada al Gregorio Marañón para que le aplicaran el protocolo correspondiente.
Ambos sospechosos fueron detenidos y trasladados a comisaría, él por detención ilegal y Jendry como cooperadora necesaria, lo que legalmente la iguala en cuanto a responsabilidad penal. Es, supuestamente, la persona que sirvió como cebo para que la capturaran. Además, la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (Ufam) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid instruye la investigación como una presunta agresión sexual con sumisión química.
Reportar un error