BBVA echa el resto para decantar la opa a su favor. Si bien el banco vasco es consciente de que los grandes inversores tendrán un peso muy importante en el resultado, ya que suponen alrededor de la mitad del capital de Banco Sabadell … , la entidad no se olvida tampoco de los accionistas minoritarios, los pequeños ahorradores.
Según ha podido averiguar ABC, BBVA está rastreando sus bases de datos de clientes para encontrar aquellos que sean accionistas del Sabadell. El objetivo, insistirles con material e información sobre la opa ahora que la operación se encuentra en su momento más crítico en medio del periodo de aceptación.
Gestores de la entidad vasca están realizando llamadas a clientes de los que tienen sospecha de que son también accionistas del Sabadell. En esas llamadas, el gestor se interesa directamente por si el cliente es accionista del Sabadell para darle información sobre la opa y la aceptación. En cualquier caso, las fuentes relatan que no se anima directamente a los usuarios a dar el sí a la operación.
Esta situación causa extrañeza entre los clientes que son ajenos a la opa y se preguntan por qué reciben llamadas de su gestor para este asunto. En concreto, alguno de los casos consultados se trata de clientes de BBVA que también tienen cuenta en el Sabadell y esa sospecha provoca que entren en el rastreo como potenciales accionistas; en este supuesto, el banco tiene capacidad de saber que ese usuario es cliente de ambos.
Fuentes de BBVA confirman que su objetivo «es facilitar el canje lo máximo posible a los accionistas que lo deseen, tanto clientes como no clientes», y que en ese contexto de hacer lo más sencilla posible la aceptación, la entidad «puede contactar con ellos para facilitarles la mayor información posible o por si necesitan ayuda en el proceso».
Lo cierto es que BBVA, antes de que empezara el periodo de aceptación, ha dado una formación muy específica a sus trabajadores encargados de atender las cuestiones de la opa al Sabadell, según fuentes internas. En este sentido, el banco ha dado instrucciones sobre cómo se deben atender las dudas o solicitudes de los accionistas de la entidad catalana, sean o no clientes del grupo vasco. No se trata de un servicio de gestión proactiva para animar a aceptar la operación, sino de atención e información.
Así las cosas, se ha formado a la plantilla en cuestiones técnicas sobre el canje de acciones para estar preparados ante las preguntas que les puedan formular tanto clientes como no clientes, ya que BBVA tiene varios canales habilitados para procesar aceptaciones. La aceptación o rechazo se puede comunicar a través de los canales de BBVA o a través de la entidad financiera donde cada uno tenga depositadas las acciones.
Grandes accionistas
De los accionistas minoritarios, así, se está encargando más bien la red comercial y de gestores remotos con los que cuenta BBVA. Asimismo, se han organizado eventos por varios puntos de España, con especial foco en Cataluña, País Vasco, Asturias y Comunidad Valenciana, para acercarse a esos pequeños ahorradores e intentar decantar así la opa.
Estos dueños del Sabadell representan en torno al 50% o algo menos del capital social. Un dato que en realidad se desconoce ya que cuando se lanzó la opa, el banco catalán dejó de reportar la cifra de cómo se distribuían sus accionistas. La entidad sí que informa de que más o menos el peso es 50-50 entre minoritarios y grandes accionistas institucionales, pero sin detalle.
De esos institucionales se encargan los altos directivos de BBVA. El presidente Carlos Torres y el consejero delegado Onur Genç son los que lideran las reuniones privadas con los accionistas más grandes para explicar las bondades de la operación, tanto en España como a nivel internacional. Entre los principales dueños del Sabadell están BlackRock, Norges, UBS, Vanguard… y una larga lista de gestoras y bancos que están presentes en el capital de la entidad catalana y aún no han desvelado su voto.
Del lado del Sabadell, sus principales directivos también mantienen reuniones con esos mismos inversores institucionales para apuntar en el sentido contrario, después de que el consejo de administración haya emitido un informe en contra de la opa por, entre otras razones, el bajo precio ofrecido.
Bruselas da más plazo
En este contexto, la Comisión Europea ha decidido conceder 6 semanas adicionales para que España pueda responder a la primera carta de apercibimiento en el procedimiento de infracción abierto hace 2 meses por su papel en la gestión de la opa, informa Enrique Serbeto. El plazo para responder a esa carta terminaba el miércoles. El Gobierno ha optado por prolongar el trámite todo lo posible para retrasar el desarrollo del procedimiento de infracción que puede concluir con una sanción. En la comisión han dudado entre conceder las 6 semanas que pedía el Gobierno o un plazo más corto, teniendo en cuenta qué existen pocas razones para justificar la dilación de la respuesta a las preguntas de la Comisión sobre su papel en la gestión de la opa.