La distancia entre hombres y mujeres sigue siendo enorme cuando se trata de pensiones. El cuidado de los hijos y la feminización de los cuidados de familiares dependientes han provocado que la vida laboral de las que han optado por estos caminos se hayan visto … interrumpidas durante algunos periodos de tiempo, lo que ha acabado afectando a sus carreras de cotización y, posteriormente, a sus pensiones. En 2023 hubo 46.023 peticiones de excedencia para el cuidado de hijos y familiares, de los cuales casi el 85% fueron de mujeres.
La literatura económica ha analizado de forma extensa una situación que históricamente ha penalizado a las mujeres, y aunque en los últimos años la brecha ha tendido a acortarse, no lo ha hecho a un ritmo suficiente. Uno de los últimos estudios es el realizado por el Instituto Santalucía; su ‘El Pensiómetro’ es un trabajo académico en el que se asegura que las mujeres se jubilan casi un año después con pensiones de media un 30% más bajas.
Brecha de género en la
cuantía media de la pensión
de jubilación
Fuente: Instituto Santalucía / ABC
Brecha de género en la cuantía media de la pensión de jubilación
Fuente: Instituto Santalucía / ABC
La pensión media de jubilación femenina está situada en 1.196,65 euros al mes, frente a 1.719,06 euros en el caso de los hombres, lo que supone una distancia del 30,4%. Sin embargo, entre las nuevas altas de jubilación la diferencia se reduce hasta el 17,5%, lo que refleja, según el informe, «una clara tendencia a la convergencia gracias a la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, la reducción de la brecha salarial (15,7% en 2023) y las medidas correctoras del sistema de pensiones, como la integración de las lagunas de cotización y los complementos a mínimos y por brecha de género, entre otras».
Recalca el Instituto que las mujeres siguen percibiendo de media una cuarta parte menos que los hombres en sus pensiones de jubilación, pero también explica que la brecha se ha reducido a un ritmo constante en los últimos 20 años, tanto que en 2005 la diferencia en las cuantías medias era casi nueve puntos superior y, si se analizan solo las nuevas jubilaciones, la reducción es de casi 36 puntos menos en dos décadas.
También existen diferencias de género en el momento del retiro. De media, las mujeres se jubilan diez meses más tarde que los hombres, lo que se justifica por carreras laborales más cortas e irregulares debido a interrupciones vinculadas al cuidado de hijos o familiares, que obligan a retrasar el acceso a la pensión para mejorar la cuantía. Sólo en el caso de recibir más de una prestación las mujeres tienen ventaja, por la mayor esperanza de vida y la creciente percepción de una pensión contributiva propia. Así, el 17,6% perciben más de una nómina pública, frente al 3,5% de los hombres, generalmente combinando jubilación y viudedad.
Reforma de la viudedad
«En un contexto caracterizado por una participación cada vez mayor de la mujer en el mercado laboral y con una legislación que permite combinar la pensión de jubilación y de viudedad, cabe esperar -aseguran los expertos- que en las próximas décadas el número de mujeres pluripensionistas siga creciendo con fuerza y que, en muchos casos, la pensión de viudedad se convierta en un complemento a la de jubilación y deje de ser una renta de supervivencia como se creó originariamente para cubrir las necesidades económicas de las mujeres cuando fallecía el cónyuge». Por ello plantean una reforma de la viudedad, al menos en su compatibilidad con otra pensión.