El actor Eduard Fernández ha sido galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía, pero esto ha sido relegado a un segundo plano después del increíble gesto que ha tenido durante su intervención. Tras el discurso inicial, Fernández se ha colocado un pañuelo palestino y ha dejado una de los discursos más contundentes y seguramente sonadas del día sobre Gaza.
“Yo soy incapaz de juzgar a un personaje. Si lo juzgo, no lo puedo interpretar—y ejemplifica con Millán-Astray—. La gente de la cultura, del cine, somos un reflejo de nuestro siglo, de este momento que vivimos. Por respeto a Shakespeare, a mi oficio estrictamente, debo y quiero… Es inevitable ser un espejo, y estamos en el momento que estamos, quiero reivindicar la barbaridad que está ocurriendo en Palestina”, ha pronunciado el actor antes de colocarse el pañuelo.
“La salvajada de discutirse por una palabra, genocidio, ¿no? Yo sé que legalmente es importante. La barbaridad y el dejar morir a los niños de hambre es exactamente igual, le pongan la palabra que le pongas, los quiera matar a todos, llámalo como quiera, de la manera más bestia. Quien no se conmocione frente a las atrocidades que vemos por televisión tiene un profundo problema con su humanidad”, ha añadido.
Ha defendido que el problema es muy grave “y muy profundo” y, citando a Shakespeare: “Debo ser un espejo de nuestro mundo”. “Yo creo que Gaza es un espejo donde salimos todos: lo que éramos o no. El que se ponga de espaldas está de espaldas. Cuesta encontrar palabras”, ha expresado.
“Quisiera, para terminar… Cuesta hablar de Gaza”, ha concluido, mencionando varios de los niños asesinados por Israel en Palestina. “Y así hasta… No sabemos cuántos, no sabemos si nos lo dirán. Son cientos de miles, está ocurriendo ahora y va a seguir ocurriendo, y algunos están pensando qué espejo ponen en el baño del edificio que van a construir. Con permiso de EEUU, es la debacle de nuestro siglo, de nuestro pensamiento, de nuestra época, no lo sé”, ha exclamado.
Sobre los que dicen que “son muy pesados con el tema”, Fernández ha sido Tajante: “No podemos dejar de decirlo constantemente porque ellos no se van a cansar de matar”. Se ha llevado un sonoro aplauso, generando que el público se levante de su asiento durante más de un minuto.