¿Sufres de infidelidad financiera con tu pareja?
Hablar de dinero nunca es fácil y menos cuando tenemos que hacerlo con nuestra pareja. Creencias no siempre compartidas, distintos modos de concebir el ahorro y una escasa educación financiera, son los causantes de que sea un tema lleno de tabúes y motivo de muchas discusiones. Entre medias de este delicado terreno, aparece una duda: ¿Cómo de transparente debo ser con mi economía? Tanto ocultar una deuda como reservarse en secreto un lucrativo plan de inversión, puede ser interpretado como una infidelidad financiera.
La psicóloga Leticia Martín Enjuto opina que la transparencia financiera no debería entenderse como una obligación moral rígida, sino como un componente de confianza mutua. “La pareja no necesita compartir absolutamente todos los detalles, pero sí es importante que exista un grado de apertura suficiente para que el otro no se sienta excluido de decisiones que afectan a la vida en común”. Aclara que desde la psicología de las relaciones, se ha visto que los secretos financieros generan dinámicas similares a otros tipos de ocultamientos, es decir, crean distancia emocional y pueden erosionar la confianza.
Para Laura Encina, experta en finanzas personales, el límite de lo que debemos compartir lo marca la confianza. “No hace falta detallar cada café del día, pero sí hablar de los grandes temas: deudas, proyectos comunes, planes de futuro. Lo importante no es la cifra exacta, sino la visión compartida”. En su opinión, preguntas como ‘¿dónde queremos ir juntos?’, o ‘¿cómo queremos construir nuestra vida?’, deberían tener más peso en una relación que un extracto bancario. Advierte que el tema financiero genera muchos desencuentros de pareja, sobre todo cuando no lo enfrentamos y pasamos de puntillas, por lo que conocer a una persona en este ámbito y decidir si es compatible o no con nosotros, ahorra muchas discusiones futuras.
¿Libertad financiera o infidelidad?
Las mujeres llevamos años intentando conquistar nuestra independencia financiera, esa que nos permite gestionar nuestros ingresos, tener hábitos económicos sanos y tomar mejores decisiones; lo que provoca que sintamos cierto rechazo a la hora de compartir cierta información con nuestra pareja. Este espacio propio no tiene por qué ser negativo, de hecho, puede ser una decisión saludable si se vive como una elección consciente y no como una necesidad de ocultar, explica la psicóloga Leticia Martín. “La clave está en diferenciar entre autonomía y secreto: lo primero es un derecho, lo segundo puede convertirse en una traición”.
Aconseja que para construir un futuro común sin perder libertad financiera, resulta útil establecer acuerdos claros. “Por ejemplo, en consulta trabajamos mucho en decidir qué parte de los ingresos se destina a gastos compartidos y cuál se reserva para uso personal. Estos acuerdos reducen la incertidumbre y permiten que cada miembro de la pareja conserve un margen de independencia sin que ello sea vivido como una amenaza”. Señala que el diálogo es fundamental en este punto. “Hablar abiertamente sobre las expectativas en torno al dinero y validar la necesidad de independencia del otro fortalece la confianza mutua. De este modo, el espacio financiero personal deja de percibirse como un riesgo y pasa a ser un elemento más del equilibrio en la pareja”.
Encinas insiste en que el dinero, cuando se gestiona con comunicación, deja de ser un campo de batalla y se convierte en un puente y recomienda crear alguna herramienta de ahorro para proyectos conjuntos como comprar una casa, la educación de los hijos, viajes, etc. “Esto afianza la pareja y genera una sensación de tranquilidad y bienestar” y nos recuerda que una relación sana no debería temblar porque cada persona conserve su autonomía financiera. Aunque cuando hablamos de deudas, la experta en finanzas se muestra tajante. “Las deudas no son solo números, son compromisos que condicionan tu presente y tu futuro”. Sostiene que cuando las compartimos, no solo nos liberamos, también le damos a la otra persona la oportunidad de ser un aliado en lugar de un juez.