La reforma de la salud 2.0, al contrario de lo que sucedió con la primera versión de la iniciativa y la ley laboral, no sería hundida por la Comisión VII del Senado.
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Las mayorías de esa célula legislativa, contradictoras al gobierno del presidente Gustavo Petro, buscan evitar una reacción similar a la que sucedió cuando fue archivada la reforma laboral, que derivó en la convocatoria de la constituyente y que, a pesar de ser negada por el Senado, la Casa de Nariño emitió el cuestionado decretazo y siguió adelante con el proceso.
Ahora, la idea de las fuerzas que en abril de 2024 y en marzo de 2024 negaron dos de las tres reformas sociales del Gobierno –previamente sí aprobaron la pensional, hoy en manos de la Corte Constitucional por vicios de trámite– es presentar una ponencia alternativa y sobre esa matizar la propuesta del oficialismo que consideran radical. Es un giro de 180 grados, pues hace seis meses la iniciativa estaba a un voto de volver a hundirse.
Norma Hurtado, senadora de ‘la U’. Foto: Prensa Norma Hurtado
Se espera que esa ponencia sea presentada esta misma semana y la siguiente podría comenzar la discusión. Esta tendría el respaldo de Norma Hurtado (‘la U’), Esperanza Andrade (Conservador), Nadia Blel (Conservador), Ana Paola Agudelo (Mira) y Miguel Ángel Pinto (Liberal).
“El tiempo nos dirá si tenemos las mayorías. Nos estamos preparando para sustentar, para brindarles garantías a los colombianos, para que no haya riesgos ni en la gestión del riesgo en salud ni en la gestión de riesgos financieros”, aseguró la senadora Hurtado, cuya bancada de Senado rompió relaciones con el Gobierno tras la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, que fue una derrota para el presidente Petro y tras la cual él mismo pidió la salida del ministro de las TIC Julián Molina, cuota de ‘la U’.
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Sin embargo, esos votos no son suficientes, por lo que tendrían que buscar acuerdos con otros senadores, pues el número mágico en esta comisión es el ocho, ya que está conformada por 14 parlamentarios.
A este grupo le hacen falta tres apoyos para tener las mayorías, pero no parece una misión imposible. En primer lugar están a la vista Ana Paola Agudelo (Justa Libres) y Berenice Bedoya (ASI), quienes en el pasado han acompañado este bloque. Hoy las puertas no están cerradas para que se sumen a esa ponencia alternativa.
Además, también habría posibilidad para que el Centro Democrático acompañe. Si bien sus dos senadores ya presentaron una ponencia negativa, hay posibilidades de que apoyen un texto alternativo que si bien no significaría el archivo del proyecto podría ser visto como una derrota a la Casa de Nariño, ya que modificarían el espíritu de la propuesta.
El oficialismo, por su parte, tiene cinco votos, por lo que es poco probable que la ponencia sea acogida. Una vez más, por el Gobierno se la jugarán Martha Peralta, Wilson Arias, Ferney Silva (Pacto Histórico), Ómar Restrepo (Comunes) y Fabián Díaz (Alianza Verde).
Wilson Arias, senador del Pacto. Foto: Prensa Senado
Si eventualmente Ríos y Bedoya deciden acompañar al Gobierno, tampoco habría posibilidades, ya que estaríamos hablando de un empate y eso implicaría que no se acogería ninguna ponencia, ni la oficial ni la alternativa y el proyecto se hundiría inmediatamente.
Todos estos movimientos han sido interpretados por la Casa de Nariño como una jugada para dilatar, ya que si el proyecto no está aprobado en sus cuatro debates el 20 de junio de 2026 se hundirá por falta de trámite.
A simple vista, nueve meses son suficientes para llevar a cabo dos debates, pero con las elecciones atravesadas, lo que no se haga antes del receso legislativo difícilmente se hará el siguiente año, donde la mayoría de los congresistas estarán pensando en su reelección.
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El ministro del Interior, Armando Benedetti, no se explica cómo un proyecto que llegó a esa célula legislativa en abril todavía no ha sido discutido.
“Han pasado cinco meses en los cuales no han firmado la ponencia. Están dilatando. Así como fueron burdos y torpes cuando hundieron la reforma laboral de forma rápida para que no haya discusión, ahora quieren jugar a los astutos. Dicen que van a debatir, pero eso es con el ánimo de dilatar”, aseveró el jefe de la cartera política.
Hoy el panorama es nuevamente adverso a las intenciones de la Casa de Nariño, que busca sacar adelante la única de las tres grandes reformas sociales que presentó que no ha sido aprobada por el Congreso. Pero hoy no se ve cómo pueda inclinar la balanza a su favor en la Comisión VII y tampoco en la plenaria del Senado, donde la derrota con la elección de Carlos Camargo por 21 votos de diferencia fue vista como una señal de que ya el Gobierno habría perdido en Senado de la República.
Mateo García – Subeditor de Política – @teomagar