En un mercado laboral cada vez más competitivo, la elección de una carrera universitaria es una de las decisiones más cruciales para el futuro profesional de cualquiera. Sin embargo, en España se está produciendo una peligrosa desconexión entre la oferta universitaria y la demanda real que tiene el mercado laboral, y el caso más paradigmático está en el grado de Magisterio como recoge El Mundo.
El problema. Las facultades de Educación de nuestro país a día de hoy está graduando a más del doble de maestros de los que el sistema educativo puede absorber, creando un embudo que abocará a miles de jóvenes al paro o a la reconversión profesional. Todo porque no hay plazas suficientes y las pocas que hay son realmente competitivas en procesos de oposición donde aunque se tenga una alta nota no se logra conseguir un puesto.
Los datos. Según datos recientes del Ministerio de Educación, las titulaciones de Educación Infantil y Primaria han alcanzado una cifra récord de 134.394 estudiantes matriculados. Un número que no se veía en nuestro país desde el 1985.
Esto las convierte en una de las carreras más demandadas, solo por detrás de Administración y Dirección de Empresas. El problema es que, mientras las aulas universitarias se llenan, las de los colegios se vacían por la caída de la natalidad a nivel general. De esta manera hay claramente una descompensación entre el número de egresados y el número de niños que necesitan recibir una formación.
El desajuste. Según los últimos datos, cada año hay casi 28.000 nuevos maestros en nuestro país que esperan ser absorbidos por el sistema, tanto en el sector público como privado. Algo que a la larga es insostenible, como ya apuntaba el economista Juan Hernández Armenteros, en un informe para la Conferencia de Rectores (Crue) en 2016.
En este informe apuntaba a un cálculo muy revelador: para los 6,1 millones de niños en edad escolar, se necesitarían unos 380.000 maestros, considerando las ratios actuales y un margen para cubrir bajas.
La previsión. Si proyectamos el ritmo actual de 28.000 graduados anuales a lo largo de una vida laboral de 35 años, el sistema producirá casi un millón de maestros. Incluso descontando un 10% por abandonos, la cifra (882.000) supone más del doble de los puestos necesarios. El resultado es un excedente de medio millón de docentes que no encontrarán trabajo en su campo. Lejos de corregirse, el problema se ha agravado en la última década.
Empleabilidad inferior. Este exceso de titulados tiene un impacto directo en su empleabilidad. Aunque la vocación es un factor clave, los datos de afiliación a la Seguridad Social cuatro años después de la graduación pintan un panorama preocupante. Como se puede ver en el gráfico de El Mundo, los egresados en educación primaria tiene una tasa de afiliación de 78,1%, mientras que en infantil es del 72,7%. Estas cifras pueden contrastar con otras profesiones que cuentan con una alta demanda como son:
- Medicina: 92,9%
- Enfermería: 89,2%
- Informática: 87,0%
- Matemáticas: 82,5%
Vía | El Mundo
De esta manera, mientras faltan profesionales en sectores clave como el tecnológico, el sistema sigue incentivando la formación masiva en el campo de la educación, donde la previsión es que cada vez haga falta menos profesionales disponibles.
¿Por qué? La popularidad de Magisterio responde a varios factores. Por un lado, es una carrera relativamente barata de impartir para las universidades, ya que no requiere laboratorios o instalaciones complejas como puede pasar en biología, química o medicina. Esto ha llevado a una proliferación de grados en campus tanto públicos como privados.
Uno de los ejemplos los tenemos en la Universidad Internacional de La Rioja, un centro privado que lidera ahora mismo su oferta con 2.000 estudiantes de nuevo ingreso en primaria. Le siguen la Camilo José Cela cy grandes centros públicos con centenares de plazas cada año. Y para muchos jóvenes es una opción atractiva cuando se tiene una gran vocación, pero también cuando no se sabe muy bien la vía por la que optar para seguir formándose.
Los expertos como Armenteros apuntan a una solución que suena impopular y sin duda es muy drástica: no autorizar más titulaciones de Educación o incluso reducir el número de plazas ofertadas. Medidas que no son fáciles de tomar al requerir un gran consenso entre gobierno central, comunidades autónomas y las propias universidades para ajustar la oferta a la demanda real del mercado laboral actual.
Imágenes | National Cancer Institute
En Genbeta | Las únicas 38 universidades españolas en un ranking mundial de 1.500 deja claro un grave error: no preparan a los jóvenes para trabajar