Para nada se trata de un obituario, más bien de un panegírico, reconocido y necesario. Ya hemos perimetrado mucho en esta temática, una década llevamos en estas lides por estas ventanas… en la Comunitat Valenciana siempre han existido patriotas de derechas, empresarios concienzados y valencianistas liberales o democristianos. Sin entrar en las vicisitudes políticas de la Renaixença Valenciana, dónde se pusieron los cimientos de ese valencianismo político primigenio, es en la década de los años treinta del siglo pasado dónde adquieren forma esos antecedentes que buscaríamos de formaciones políticas de derecha autóctona. Como la Derecha Regional Valenciana que formó parte de la CEDA peninsular, una derecha confederada y autónoma. Con pioneros allá por los inicios del siglo veinte y llegando a la transición democrática de los setenta, de un valencianismo reformista, humanista, moderado y constructivo. Ignasi Villalonga, Joaquim Reig, Lluís Lúcia, Joaquín Maldonado, Martí Domínguez, Muñoz Peirats, José Luis Barceló, Ruiz Monrabal, Manuel Broseta o Vicent Miquel. Pues a Salvador Navarro lo coloco en este frontispicio.
Pues hoy toca hacer un ejercicio de memoria histórica cabal para adentrarnos en nuestra propia idiosincrasia política. Toda una rama de pensamiento y de acción política valiente y audaz, muy recomendable para todos aquellos que simplifican el sistema político valenciano entre rojos y azules, entre nuevos y antiguos, entre pros y antis. Una apuesta por el valencianismo centrado y central desde la orilla del río conservadora, conformadora de una derecha valenciana culta, formada y arraigada a su pueblo. Toda una legión de linajes valencianos representantes de una tradición política que debería haber cristalizado en nuestras latitudes… Algo en que somos algunos muy conscientes y también padecedores a día de hoy, una distopía que se demuestra lejana y cantonalista… Y mira que Alacant és important, como se coreó en marzo de 1995, ara fa vint anys.
Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana CEV
Salvador Navarro siempre ha sido un tipo próximo y transparente, valiente e iconoclasta, moderado y tolerante. Y bien que lo comprobé allá por 2017, cuando en la edición de marzo del Club de Líders, meritorio foro de opinión auspiciado por quien suscribe estas letras y que este año sólo cumple diez años de actividad cívica valenciana, sorpresivamente aceptó la invitación de participar, sin ambages ni cortapisas. Como repitió justamente en mayo de este año, siempre desde la disposición y la libertad de discurso. Un relato que una vez más compartimos con el protagonista ahora hace tres meses: defensa de los intereses de esta tierra, vertebración convencida del Sénia al Segura, reclamación de las inversiones justas al Gobierno central -gobierne quien gobierne- y focalización de sus anhelos y aspiraciones en la mejora vital de los cinco millones de ciudadanos de la Comunitat Valenciana.
Salvador Navarro siempre ha sido un tipo próximo y transparente, valiente e iconoclasta, moderado y tolerante”
La corresponsal económica vanguardista valenciana Neus Navarro nos lo explicita bien clarito en su crónica: “Es el momento, yo ya he hecho por mi patria lo que a otros les queda por hacer”, asegura Navarro. Y es que prefiere apartarse y evitar una fractura en la patronal valenciana antes que confrontar con una candidatura. En estos últimos ocho años la unanimidad ha sido un ejemplo, una unión en el seno del empresariado valenciano que ha demostrado ser capital. Repasando los hitos de su gestión en estos últimos 15 años, destacando como punto de inflexión la conversión de la CEV en entidad autonómica allá por 2017. “Fue un cambio histórico que nos exigió generosidad, altura de miras y confianza mutua”, declara Navarro. Y más en cuanto al proyecto de CEV que espera a partir de ahora, el cual ha de tener la agenda muy clara, reforzando el necesario diálogo social y la firmeza en la financiación autonómica. Más claro agua, y para todos.
La Confederación Empresarial Valenciana afronta ahora un proceso que deberá definir si se es capaz de mantener la unidad que durante un tiempo logró Salvador Navarro en la institución. En un momento crítico para la Comunitat Valenciana, con tanto por resolver y aclarar -recuperación de la dana, financiación justa, inversiones estatales- lo que urge es una patronal fuerte y unida, tal y como predica Salvador Enguix. No queremos volver al provincialismo miope, a las taifas declaradas, a la hoguera de las vanidades… Necesitamos una patronal que ejerza de valenciana, ilustrada y audaz, que mida bien el contexto de esta tierra, que se posicione ante gobernantes y administraciones en nuestra dignidad institucional, identitaria, cívica, económica y autónoma. Ese autogobierno que Salvador Navarro promovió y ejerció. Pel finançament just, llarga vida Boro!