La ilusión del regreso a la Europa League se tornó en un dolor. Porque el Celta no ha ganado aún en LaLiga, pero tampoco lo pudo hacer en el estreno europeo. El Stuttgart, un equipo complicado, más aún a domicilio, fue mejor, muy superior, y doblegó a los gallegos. Queda mucho tiempo y partidos de sobra para remontar el vuelo, pero los gallegos han empezado con mal pie la competición continental.
Con Aspas por bandera se presentó el Celta. El capitán, que volvía al once celeste, es el único futbolista de la actual plantilla que había jugado en el último partido de la Europa League. Estaba con ganas. Y empezó metiendo miedo. Le cayó un mal despeje de Nübel y le pegó de primeras desde 30 metros. La pelota salió por encima del larguero. Era el minuto 3 y después Iago y el equipo se fueron diluyendo. Mérito del Stuttgart.
Aspas, presionado por El Khannouss, controla el balón.
Chema Andrés, que se está haciendo un hueco en el conjunto teutón, segundo partido consecutivo como titular del español, pudo hacer el primero en el 9′. Centró Assignon, un peligro por la banda derecha, y cabeceó casi a bocajarro. Menos mal para los celestes que sacó una buena mano Radu para impedir que se adelantaran los alemanes. El rechace lo recogió Leweling, pero disparó alto. Se salvaron los celestes.
El Stuttgart tenía la pelota y era el que más llegaba al área rival. Assignon obligó de nuevo a volar a Radu pasada la media hora. Fantástico el golpeo. Los alemanes controlaban el juego y los gallegos, que se defendían como podían, sufrieron bastante por momentos, y esperaban a robar y salir en velocidad. Apenas un disparo de Jutglà que se marchó desviado y poco más. Lo mejor para los de Giráldez, el 0-0 con el que se llegó al descanso.
Los jugadores del Stuttgart celebran uno de los dos goles.
Asistencia del portero
El Stuttgart siguió apretando a la vuelta de vestuarios. No levantaron los teutones el pie del acelerador y pronto encontraron lo que tanto tiempo llevaban buscando: el gol. Nübel, sí, el portero, envió un balón en largo para la carrera de Bouanani, que dejó atrás a Marcos Alonso y definió con una vaselina para salvar la media salida de Radu.
El Celta no reaccionó el tanto y, poco después, el Stuttgart, muy superior, volvió a acertar. Un córner en corto acabó en las botas de El Khannouss, que fue de fuera hacia dentro y golpeó desde la frontal para poner el balón al palo largo. El 2-0 en el minuto 68 parecía el fin del encuentro hasta que Borja Iglesias, tras una gran recuperación de Ilaix, le puso el picante a la recta final con el 2-1 en el 86′. Lo intentó Bryan Zaragoza en la prolongación pero, para desgracia gallega, todo quedó en una ilusión. El Stuttgart fue mejor.