El colorete es el cosmético estrella del maquillaje en los últimos años. Junto al pintalabios, es el producto de color que más se vende en España, por encima de los cosméticos de ojos, según la Radiografía del sector que publicó Stanpa (Asociación Nacional de … Perfumería y Cosmética) en abril pasado. Además, ha sido uno de los lanzamientos más repetidos entre las marcas de belleza. Aplicar un toque de rubor en las mejillas ayuda a conseguir un rostro más saludable y bello, y el efecto es comparable al de pintarse los labios.
Patricia Carretero, maquilladora oficial de Perricone MD, asegura que «el colorete es el toque de ‘vidilla’ en la cara que necesitamos para crear volúmenes en el rostro. Además, conforme van pasando los años, ese toque de color en las mejillas tiene cierto poder rejuvenecedor, ya que recuerda a ese efecto en la piel de cuando se es niño y nos sonrojábamos».
En TikTok, la adición por el colorete se llama ‘blush blindness‘ (traducido literalmente sería ceguera por el colorete). Ana Martín, make up artist de Mia Cosmetics Paris, explica que «lo que busca esta tendencia es darle vivacidad al rostro, haciendo posible prescindir de otros productos. Es decir, que puede faltar de todo, menos colorete, y que éste se note. El problema está cuando no se sabe detectar cuando es suficiente, ya que esta técnica puede ser muy favorecedora, pero también puede convertir el rostro en todo un cuadro».
Sabrina Carpenter es una de las famosas que luce siempre colorete.
Coloretes en todas las texturas y formatos
Tradicionalmente el colorete se había presentado en polvo, pero el auge de este cosmético ha propiciado una gran variedad de texturas y formatos. La maquilladora Paula Aroca, portavoz de Druni, señala que «la elección del colorete depende mucho del acabado que se busque y del tipo de piel. Los formatos en polvo son ideales para un acabado más clásico, mate y fácil de controlar. En cambio, los líquidos y en crema aportan un efecto jugoso, más natural, que imita el rubor real de la piel».
Respecto a qué formato es mejor para cada tipo de piel, la maquilladora Natalia Belda cree que «hay que elegir un poco en función del gusto personal y de cómo sea más fácil aplicártelo, no hay una norma concreta. Creo que todos funcionan para todo tipo de pieles, a mí, para pieles maduras me gustan más las texturas en crema, porque hacen un efecto más natural y de piel jugosa, pero el colorete en polvo también pueden ir bien, porque ahora hay muchas texturas dentro de los polvos, mate, con algo de brillo, y fórmulas que no resecan».
Coloretes en polvo: Innerglow Cheekpowder Blush de Shiseido (27,75 euros, en Druni); Chanel Jous Contraste Intense Rose Radiant (54 euros); Colorete Pink Bouquet Blush de Mia Cosmetics (15,95 euros); Long Lasting Infinity Blush de Camaleon Cosmetics (8,95 euros); Make Me Blush Bold Burring Blus de YSL Beauty (30,25 euros, en Druni).
En cambio, la maquilladora Cristina G. Nuevo, portavoz de Planet Skin, recomienda «para las pieles maduras, los formatos líquidos o en crema porque se integran mejor, no marcan líneas de expresión y aportan frescura. En pieles grasas o con acné, un colorete en polvo con acabado mate ayuda a controlar brillos y a evitar que el producto se desplace».
Coloretes líquidos: No Makeup Blush de Perricone MD (41 euros); Tinta multifunción Peripera Ink The Velvet 15 Beauty Peak Rose (9,90 euros en Planet Skin); Dior Forever Blush Soft Filter (43 euros); Tinte multifunción Black Rouge Glow Bokki Tint – GB01 Pepper Red (19,90 euros en Planet Skin); Cloud Crush Whipped Lip & Cheek Color de Too Faced (30 euros, en Sephora).
La aplicación, clave para un buen resultado
El colorete resulta muy favorecedor, pero aplicarlo en exceso arruinará el look. La recomendación de todas las maquilladoras es coger poco producto, y añadir más, si es necesario. Para saber dónde aplicarlo Paula Aroca aconseja: «si buscas un acabado más juvenil y fresco, puedes concentrarlo en el centro de la mejilla y un poco en la nariz, como el efecto ‘sunburn blush’. Para un look más sofisticado, colócalo en la parte alta del pómulo, casi como un puente entre colorete e iluminador». Esther Nieto, maquilladora y formadora de Shiseido, tiene un truco para aplicarlo en el lugar perfecto: «debe haber una distancia mínima de dos dedos entre la comisura de los labios y el lugar de aplicación y siempre debe hacerse de forma ascendente».
Coloretes en barra y líquidos: Colorete líquido Soft Pinch de Rare Beauty (29 euros, en Sephora); On-the-Glow Blush de Pixi Beauty (23,99 euros, en Sephora); Unreal Blush Healthy Glow Stick Cherry Glow de Charlotte Tilbury (40 euros); The Multiple de Nars (48 euros, en Sephora); Skin Idôle Juicy Blush de Lancôme (38 euros).
Mientras que el colorete en polvo se aplica con brocha, los formatos en barra, líquidos o en crema pueden inducir a error. «Lo más fácil es cogerlo con la yema de los dedos o con una brocha (muchos ya la incluyen) y descargar sobre el dorso de la mano y pasar después a la mejilla. Si lo ponemos directamente en la mejilla desde la barra, podemos ponernos tipo ‘Heidi’, porque no controlamos tanto la pigmentación del producto», asegura Esther Nieto.
Paula Aroca aconseja «aplicarlo a toquecitos con los dedos, una esponja húmeda o una brocha sintética. No hay que arrastrar. Así se integra sin mover la base que ya llevamos debajo». Cristina G. Nuevo añade que «otra opción es aplicarlo antes de sellar la base con polvos. Si colocamos el colorete líquido o en crema sobre una base sin sellar, se fusiona mejor con la piel y queda mucho más natural».