Bianca Adler es una adolescente de 17 años que ha pasado cuatro días en la “Zona de la Muerte” del Everest, conocida así por estar a 8.000 metros de altitud y, en consecuencia, no existir oxígeno suficiente para poder mantenerse con vida durante periodos de tiempo prolongados.
Pese a su corta edad, Adler tiene una dilatada experiencia en el montañismo. De hecho, posee el récord de ser la mujer más joven en ascender a la cima del Manaslu, que con sus 8.163 metros sobre el nivel del mar es la octava montaña más alta del mundo. Sin embargo, la joven es ambiciosa y ahora su objetivo era alcanzar un pico más alto, el del Everest.
Pero (esta vez) no ha sido posible. La adolescente ha narrado su experiencia a través de vídeos en la red social TikTok, y uno de ellos se ha convertido en mundialmente viral, acumulando nada más y nada menos que 26 millones de visitas.
En la grabación, se puede ver a Bianca Adler con evidentes dificultades para respirar y bastante desmejorada. En el vídeo, la joven ha contado que se ha visto obligada a regresar al campamento base cuando estaba muy cerca de llegar a la cima del Everest.
“Acabo de regresar del campamento 2 y estoy en el campamento base y me siento fatal”, ha expresado la adolescente, quien ha confesado que “estoy tan sin aliento que, aunque ayer estaba a 8.000 metros, me siento peor que nunca”.
En un vídeo posterior, Bianca, visiblemente desanimada, ha detallado que pese a que había logrado alcanzar el campamento 4 (situado a 7.925 metros de altitud), se había visto obligada a dar media vuelta por su propia seguridad.
“Es muy duro. Pero habría sido una estupidez seguir adelante”
“Es muy duro. Me sentía muy bien y con mucha fuerza, pero tuve que dar media vuelta por algo que escapaba a mi control”, ha lamentado la joven, que llevaba una máscara de oxígeno. “No puedo hacer nada al respecto y habría sido una estupidez seguir adelante”, ha subrayado.
Más tarde, en la red social Instagram, la adolescente ha precisado que “tuve que dar media vuelta en el Everest, a 8.450 metros (400 metros por debajo de la cima). Los vientos eran demasiado fuertes para lo que consideraba adecuado para mi propia seguridad. Notaba cómo se me entumecían las manos y los dedos de los pies, el primer síntoma de congelación. No veía nada, la nieve lo cubría todo. Fue una decisión muy difícil, pero siempre prefiero la vida a una posible ascensión a la cima. Me sentía fuerte, como si pudiera llegar a la cima, y me sentí devastada”.
“La noche siguiente, mis guías sherpas y yo lo intentamos de nuevo desde el campamento 4, pero yo estaba demasiado agotada por el esfuerzo de 10 horas de la noche anterior y di media vuelta. Después de tres noches y casi cuatro días en la zona de la muerte, a 8.000 metros o más, descendimos de nuevo al campamento 2”, ha añadido Bianca Adler.
En los comentarios se han repetido los mensajes de ánimo y de felicitación a la joven por haber tomado la tan difícil pero tan acertada decisión de dar media vuelta pese a estar tan cerca de coronar el Everest.