Puede darnos la sensación de que cada temporada que comienza será muy similar a la anterior: otro Apertura, otro ARCO, otro PHotoEspaña… Pero es en las sutilezas, los pequeños detalles, donde nacen las diferencias. Como con la energía, nada se crea o se destruye en el sector del arte, sino que, a la manera de Lavoisier, se transforma en otra cosa.
Y este podría ser el principio que rige el arranque del curso en Madrid y en sus galerías, donde, a grandes rasgos, lo que vamos a experimentar son mudanzas a nuevos locales, llegadas de firmas que ya desarrollaban su labor en otras ciudades, revitalización de sectores, o ampliación de proyectos que ya tenían una trayectoria.
Nuevo, lo que se dice nuevo, la línea que en octubre inicia Ponce+Robles aprovechando su planta baja, esa que a veces se le hace un poco cuesta arriba a sus artistas porque supone producir más. Allí despegará LAB 20/30, un ámbito que nace con vocación de dinamizar y rejuvenecer el sector poniendo en relación a artistas y comisarios jóvenes.
De ahí su nombre: 20, por la década que nos ocupa; 30, por la franja de edad en la que se moverán. Se aprovecha la savia fresca que como director aporta a la firma Álvaro Talarewitz, que, junto a Raquel Ponce han realizado la selección de los participantes, que arrancan con Inés Fernández Shaw bajo la batuta de Inés Alonso Jarabo, y que se extenderá con otras duplas como las de Alejandra Rodríguez y Maiky Maik, Ricardo Pernas y Cayetana Llopis, Nebraska Flores, Nebraska Flores y Sara Coriat. Y creadoras noveles como Natalia Cardoso y Julia Matías, monitorizadas por los galeristas.
No estarán solos
No estarán solos: la residencia de artistas en Budapest de Ildy Guba selecionará a uno de ellos para viajar a Hungría y el estudio Gos Properties, de Óliver Sancho y Gonzalo Goena, también dedicará parte de su espacio a exhibir algo de lo producido. El fin de la iniciativa, en palabra de sus responsables, es «aportar un ritmo nuevo al sector, regresar al ritmo constante de visitas a las galerías».
No muy lejos de allí, al otro lado del Museo Reina Sofía, lo que se vuelve a reactivar es Doctor Fourquet, que desde que nació como fenómeno en la década anterior se veía un poco de capa caída. Allí abre segunda sede Artizar, fundada en La Laguna, en 1989, y dirigida hoy por los hermanos Frasco y Pedro Pinto. Para ambos, este desembarco es «una derrota», asumir que hay que tener presencia en Madrid: «A nosotros nos va bien en Canarias, pero no llegamos mediáticamente como nos gustaría». Eso, en su opinión, pasa por estar en la capital.
Repetidores.
De arriba abajo, Nacho Ruiz y Carolina Parra, en T-20 Fourquet; Frasco y Pedro Pinto, de Artizar; y Patricia Lara, directora de The Ryder
Artizar será una galería canaria en la capital, para la que se contratará a un director específico. En términos de programación, supondrá «un desahogo», distribuir mejor a los 20 artistas a los que representan entre la sede en Tenerife (una casa típica canaria del XVII) y lo que fuera el espacio de Bacelos en el Foro. Artizar, envuelta en la producción para la Bienal de Venecia de la obra de Roberto Diago, uno de sus representados, entienden que este desdoblamiento supondrá limitar su presencia en ferias nacionales. En septiembre abrirán fugazmente aprovechando Apertura con una readaptación de la colectiva ‘GEN 80’, de creadores canarios. No será hasta ARCO que funcione con normalidad en Madrid. Ahora, se imponen las obras de acondicionamiento del local.
Las mismas que prosiguen a buen ritmo en la vecina T-20, en lo que Nacho Ruiz y Carolina Parra ya denominan el «’upper’ Fourquet». Lo que fuera un garaje en la posguerra vuelve a mostrar su fisonomía original (como una grúa muy primitiva en el techo o su ladrillo visto), que fueron desvirtuando proyectos posteriores, entre ellos, la sede de Galería Nueva en la zona, ganando amplitud.
Crecimiento natural
«Para nosotros, es un crecimiento natural», nos dicen los galeristas. «En Murcia estamos cumpliendo objetivos y expectativas, peo tenemos que ser ambiciosos, por nuestros artistas y por nuestros coleccionistas. Al final, con el tiempo, uno se aburguesa». El subidón que han experimentado con las celebraciones de su 25 aniversario en la casa madre de Murcia facilitó la toma de decisión del desdoble para unos gestores que siempre tuvieron claro que Murcia era su contexto, que no van a abandonar nunca. «Ahora habrá que doblar programación y viajar mucho. Pero nada se mermará: lo bueno no irá por principio a Madrid». Aquí harán las presentaciones en octubre con Sonia Navarro. Antes, en lo que ya es T-20 Vitorio en la capital murciana, se le adelantará Rogelio López Cuenca, su nuevo fichaje.
En la misma calle, huele aún a recién estrenado la segunda sede de Mira Bernabeu (2MiraArchivo). A su vera abre Moisés Pérez de Albéniz, que cierra su espacio en la misma calle, forzado, después de que un cambio en la titularidad del local haya supuesto que el nuevo casero no quiera continuar con él como inquilino.
«Esa es la causa principal, pero hay que hacer muchos otros análisis», dice el galerista navarro: un mercado del arte estancado, un 2024 malo para las galerías, una economía mundial revuelta… «Hay que pensar desde el bolsillo y no desde el corazón». Por eso el nuevo local, lo que fuera García Galería, es más pequeño, pero se completará con un segundo (el hasta ahora showroom y almacén de la galería) en La Guindalera, en la calle Marqués de Ahumada. Este funcionará como espacio de proyectos, con otros ritmos, flexibilizando y ampliando las posibilidades de la galería. En Apertura ambos asumirán el trabajo pictórico de Alsino Skowronnek. Luego cada uno cogerá su propio ritmo.
Cambios de asiento.
De arriba abajo, Moisés Pérez de Albéniz en lo que fuera García Galería; Halim Badawi y Pedro Felipe Hinestrosa, de Archivo Arkhé; y obras de Koka Nikolazde en Movimiento 37
No todo van a ser galerías en las inmediaciones de DF (allí parece que se desencalla lo del Museo Nacional Cajal en la calle Atocha). Ni arte ‘en físico’. El Archivo Arkhé da el pistoletazo de salida este mes a su dimensión digital, de forma que sus fondos puedan ser consultados por investigadores y curiosos en versión on-line. «Aquellas intentonas de inventariar documentos resultado de acciones muy puntuales ahora se sistematizan», explican sus dueños, Halim Badawi y Pedro Felipe Hinestrosa.
Dar con el software correcto (el que usan museos como el MNAC) y una ayuda del Ministerio de Cultura con el compromiso de digitalizar 5.000 entradas dio el impulso definitivo. Ya llevan 7.500: «Hemos empezado por el archivo queer, porque tiene muchas fotos, más de 25.000. También por lo más demandado (el fondo de León Zulueta o el del colectivo Sindicato, de Barranquilla), que liberará de recibir presencialmente a muchos solicitantes. O esos originales que se pueden dañar en una manipulación». El acceso a los contenidos será gratuito y llevará más de una década completarlo.
Algo que debería ser obligatorio
Como MPA, por exigencias del guion, The Ryder vuelve a sus dueños y se muda a Tribunal (Travesía de San Mateo, 4), donde el estudio de arquitectura Burr acondiciona lo que fue un secadero de jamones. La galería no renuncia a estar presente en Apertura proyectando en su fachada la obra de Miguel Benlloch: «Esperamos que cuando hayamos acabado la obra veáis que el local tiene la misma personalidad que tenía en Lavapiés», explica Patricia Lara, su dueña. En su caso, cambio significa crecimiento, un nuevo capítulo: «Nuevos fichajes y más fuerza en nuestra apuesta por las prácticas artísticas que desafían los límites de los lenguajes y que cuestionan el mundo. Creo que todas las galerías deberían pasar por estos procesos».
Sí que tiene ya fecha la apertura del segundo de los espacios autónomos que componen SOLO CSV. Tras la puesta en marcha de la galería Bowman Hal, el 17 de septiembre se le une Movimiento 37, cuyo nombre se inspira en la jugada que la IA AlphaGo realizó en una partida de Go contra una eminencia, y que servirá para presentar proyectos de instituciones internacionales en Madrid. Se corta la cinta con el creador georgiano Koka Nikoladze, que arranca ese mismo día con una ‘performance’ junto a Jorge Drexler.
Detale de buena parte del equipo de la primera edición de LAB 20/30
Y, mientras, ¿qué sucede en Carabanchel, el barrio de moda? Allí, también Apertura servirá para decirle hola a Hangar 113, de Lariot Collective, un espacio en la calle Alejandro Sánchez, 113, que redefine su modelo: un proyecto híbrido que combina galería contemporánea, estudios de artistas, plataforma creativa y lugar colaborativo. Y el día 26, aprovechando el festival Cruza Carabanchel, se oficializa la puesta de largo de Estudio Inverso en el barrio. Y siguen abriendo estudios a la velocidad que cierran: el viernes 12 se presenta Elevator Repair Service, espacio expositivo dentro de Estudio Rayo, con Isidro Blasco y Sylvain Baumann y sus dos últimas incorporaciones, Luana Fischer y María Yzarga. Tardará algo más en llegar, pero ADN, desde Barcelona (e incluyendo las energías que reporta asimismo su segunda sede en París, ADN Marais) ya tiene localizado local aquí que programará en los momentos de mayor actividad artística de la ciudad.
Como vemos, la temporada atempera motores y ya viene calentita.
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