El Barça contabiliza dos victorias y un empate en estas tres primeras jornadas de LaLiga. Está invicto pero el botín de 7 puntos le da para ser cuarto por detrás de Real Madrid y Athletic, que son co-líderes con un pleno de triunfos, y del Villarreal. Más que la clasificación, a Hansi Flick le preocupa las desconexiones del equipo, que se le vean las costuras tan pronto. No haber dado con la tecla desde un principio, como sí sucedió un año atrás.
Aunque no lo verbaliza, la salida de Iñigo Martínez ha supuesto una sacudido inesperada. No tenía ni prevista la marcha del central vasco ni la continuidad de Christiansen, al que tiene en un alto concepto pero del que le aseguraron que no seguiría. Al danés le queda este año de contrato. Fuentes del club explicaron a MD que se llegó a pensar en el fichaje de un central e incluso de un lateral derecho por si Eric Garcia regresaba al centro de la defensa. La falta de un líder en el campo, como lo llegó a ser el hoy jugador del Al-Nassr, es un déficit importante.
La suerte defensiva es haber contratado a Joan Garcia, una oportunidad de mercado por 25 millones de euros que está ofreciendo un rendimiento formidable en este arranque.
De aquel doble pivote más defensivo que creativo de principios de la temporada pasada que tanto gustó, Casadó-Marc Bernal, la evolución del libreto de Flick derivó en uno más técnico con De Jong y Pedri. En Vallecas les costó generar fútbol.
Hay dos posiciones en ataque que generan dudas al técnico y no están en las bandas, porque Raphinha gusta más que Rashford como extremo izquierdo y Lamine Yamal es el rey por la derecha. En la mediapunta, Flick ha utilizado a tres mediapuntas distintos. Fermín fue titular ante el Mallorca, Raphinha lo fue ante el Levante y Olmo salió de inicio ante el Rayo. En la punta de ataque, los goles de Ferran Torres le convencen más que un Lewandowski aquejado por una lesión. Pero la falta de gol en Vallecas podría devolver al delantero polaco al ataque.
Lee también
Flick suspira por el regreso de Marc Bernal pero sabe que llevará tiempo, que su arranque no será tan inmediato. A Flick le entusiasman el nivel de los jóvenes pero le gustaría un fondo de armario con algo más de experiencia. Dar minutos sí pero no exigirles respuesta inmediata. Es una presión que considera innecesaria.