El Mundial sub 20 arranca este sábado en Chile. Para España, la cita comienza el domingo frente a Marruecos, pero la sensación es la misma desde que los jugadores pusieron un pie en Santiago. El futuro se empieza a escribir en este tipo de torneos. Las promesas que andan forjándose en Primera, Segunda y filiales de peso se reúnen durante cuatro semanas en un escenario global que las mide y las proyecta hacia lo que viene.
‘La Rojita’ llega como la cuarta selección más valiosa del torneo, un cartel que habla del talento reunido en la cita. Ahí aparecen delanteros como Iker Bravo, extremos como Pablo García, Jan Virgili o Joel Roca y mediocampistas como Rodrigo Mendoza. Nombres que ya conocen la élite, que han probado el vértigo de jugar con mayores y que ahora tienen la misión de liderar a su generación.
Sedes y partidos de España.
Hace 26 años, en Nigeria, dos nombres que luego marcarían una era levantaron el único Mundial sub 20 que luce en las vitrinas de España: Iker Casillas y Xavi Hernández. Aquella generación convirtió un torneo juvenil en un punto de inflexión, la antesala de un ciclo irrepetible con la absoluta. Hoy, la sub 20 viaja con esa referencia inevitable al mirarse al espejo. El recuerdo de que un campeonato de estas edades puede abrir puertas mucho más grandes de lo que se imagina en el momento.
El reto será inmediato: Marruecos (28 de septiembre), México (1 de octubre) y Brasil (4 de octubre). Un grupo sin concesiones, que obliga a España a encontrar rápido la química competitiva que apenas pudo ensayar en los partidos previos. La selección sub 20 no realizó concentraciones previas durante el año para no interrupir la dinámica de clubes. Paco Gallardo, su seleccionador, insiste en la idea continuista que se imparte desde la Federación Española de Fútbol. Aquí no valen etiquetas de favorito, aquí se mide quién resiste a la presión y a la exigencia de un Mundial.
Grupos A, B y C.
Un torneo sub 20 siempre es una frontera. Todavía no es la élite absoluta, pero sí el lugar donde se adivina quién está preparado para dar el salto. Antes que este grupo de 21 convocados, existieron varias generaciones que no tuvieron la oportunidad de defender los colores en un plano internacional. España vuelve a participar en un Mundial sub 20 tras 12 años de ausencia. Los de Paco Gallardo han viajado a Chile con la mochila cargada de ilusión y con la conciencia de que no se trata solo de un campeonato, sino de un examen generacional. El futuro comienza en cielo austral.
Los ‘cracks’ que no estarán
La precocidad que impera en el fútbol actual ha convertido en una utopía que los mayores talentos del planeta acudan al Mundial sub 20 por ya encontrarse en dinámica de absoluta siendo adolescentes. El mayor ejemplo es que, hace justo 20 años, Leo Messi levantó el título con Argentina… mientras que Lamine Yamal es la gran referencia de una España campeona de la Eurocopa.
No es el único caso de renombre dentro de nuestras fronteras. De hecho, teniendo en cuenta el oficio que se le presupone a la posición de central, no hay que pasar por alto cómo Huijsen y Cubarsí han quemado etapas a velocidad de vértigo para establecerse como la potencial pareja de la Selección en el Mundial 2026.
Grupos D, E y F.
La propia Argentina no podrá contar con varios de los jugadores que fraguaron la clasificación en el Sudamericano sub 20 disputado en febrero. Entre ellos, un Franco Mastantuono que se está abriendo espacio nada más aterrizar en el Real Madrid y Claudio Echeverri, que se encuentra cedido en el Bayer Leverkusen por parte del Manchester City y fue la gran sensación del Mundial sub 17 disputado en 2023.
Otra que se ha dejado a muchos de sus ‘cracks’ en casa en Brasil, que no contará con Endrick o un Estevao ya asentado en los planes de Ancelotti. Mismo caso ocurre en Francia, donde Doué, Zaire-Emery, Leny Yoro, Mathys Tel o Bouaddi verán el torneo desde la televisión.
Italia, vigente subcampeona, no lleva a Comuzzo, Leoni (lesionado), Ahanor, Camarda o Pio Esposito; Marruecos a Ben Seghir; Nigeria a Ilenikhena; y Noruega a Nusa.