En la semana en la que el Celta vuelve a competir en Europa, nueve temporadas después, Claudio Giráldez atiende, de forma pausada, a MARCA. Para el técnico, que vivió la última participación continental de su equipo desde la grada como un aficionado más, es un momento para disfrutar.
PREGUNTA: ¿Qué pasa por su cabeza en esta semana tan especial?
RESPUESTA: Es un sueño hecho realidad. Estamos viviendo, después de año y medio en Primera división, algo que llevábamos mucho tiempo sin disfrutar como aficionados del Celta. Ser una parte protagonista en esta andadura por Europa es un sueño como celtista, como gallego, como aficionado al Celta desde hace muchísimos años. He tenido la suerte de vivir la última andadura europea desde la grada y estar en el último partido en las gradas de Old Trafford disfrutando de aquel partidazo. Estar ahora en el banquillo del equipo del que siempre he sido aficionado es un auténtico sueño hecho realidad y un lujo.
P. Y al Claudio Giráldez que vio aquella semifinal ante el Manchester United y no tenía ni 30 años de edad, ¿le pasaba por la cabeza el dirigir en Europa al Celta?
R. No. Soy optimista pero tanto era difícil. En aquel momento entrenaba al cadete A y daba mis últimas patadas al balón como jugador, pensar en eso era una locura. Tenía la ilusión de ser entrenador profesional y dar pasos adelante, en un mundo tan difícil y con gente tan preparada. Pero ser protagonista y dirigir al equipo en la siguiente andadura del equipo en Europa era impensable. Es la décima participación del equipo en Europa, en más de cien años de historia, y hay que darle mucho valor. Hacerlo con un club tan de cantera, con tanta gente a la que he tenido la suerte de seguir en su trayectoria y ayudarles a formarse, tiene una connotación mayor, más bonita, de arraigo. Diez jugadores que ya entrené en categorías inferiores y dieciséis que han pasado por el filial.
P. Respecto a aquel partido en Old Trafford, ¿cuánto ha cambiado el Celta, el fútbol y Claudio Giráldez?
R. El fútbol ha evolucionado de una forma brutal, hacia el detalle en todas las cosas, un análisis mucho más minucioso, pormenorizado de todos los aspectos del juego y con muchas más herramientas tecnológicas. En el Celta hemos pasado momentos complicados, de luchar por permanecer hasta el último partido, lo que nos tiene que hacer ser muy conscientes de lo bonito que es lo que estamos viviendo ahora. El club está dando pasos muy firmes para consolidarnos mucho tiempo en Primera división, con las instalaciones y un futuro muy esperanzador con el proyecto 360, con instalaciones que serán referentes en España y seguramente en Europa, con mucho jugador joven y arraigo hacia el club. Yo he cambiado mucho, muchísimo en este último año y medio, en el que me ha cambiado la vida, pero creo que sigo siendo la misma persona, con mis amigos, familia y con un trato igual hacia el jugador. Viéndoles a los ojos, diciéndoles lo que pienso de ellos y ayudándoles en lo que puedo. Me veo muy reflejado en ellos, creen en lo que yo propongo y eso para mí es un auténtico privilegio.
P. ¿Qué importancia tiene volver a Europea con esos 16 jugadores que han pasado por el filial?
R. Es un motivo de orgullo, de identidad, creo que nos conecta con la grada. Todo el mundo tiene algún vínculo con alguien que está en el terreno de juego y eso hace que se viva este ambiente tan bonito en Balaídos y el cariño que nos dan y que la gente se sienta orgullosa de lo que los jugadores muestran en el terreno de juego.
P. Y con gente tan joven y sin experiencia en Europa, ¿cómo afronta disputar tres competiciones?
R. Nos tiene que dar un golpe de realidad, de tener los pies en el suelo, de saber que nuestro objetivo principal es permanecer en Primera división. La realidad es que tenemos ocho jugarles que han participado en competiciones europeas de veintiocho de la plantilla y doce llevan menos de cincuenta partidos en Primera. Debemos tener ese proceso de adaptación y nos vendrá muy bien tener una plantilla tan larga para que todo el mundo se sienta importante.
P. Y esos jugadores tan jóvenes deben sentirse privilegiados por poder jugar en Europa con el Celta, algo que en su historia no ha sido lo habitual…
R. También es un motivo de orgullo, una recompensa para toda la gente que nos ha marcado el camino, que nos ha emocionado como espectadores. Creo que los aficionados se sienten orgullosos de ver a tantos jugadores criados en A Madroa mostrando esa personalidad y desparpajo en los partidos y entenderán los errores.
P. ¿Cómo valora el grupo que les ha tocado en Europa League?
R. Viendo los bombos, a priori, ya era difícil encontrar una ruta cómoda y buena. Creo que es una Europa League muy competitiva. Cualquier rival nos iba a poner las cosas complicadas, sólo pedí desplazamientos cortos y nos ha tocado lo opuesto. Tenemos cuatro partidos fuera de casa muy complicados y a Balaídos vienen dos equipos franceses, uno griego y uno italiano que también nos pondrán las cosas muy complicadas. No tenemos miedo a ningún rival, ni ver por encima del hombro a nadie pero tampoco sentirnos pequeños ante ninguno. Lo hemos demostrado en el Bernabéu, ante el Barça, ante el Atlético de Madrid, los más poderosos de nuestra Liga, que lo son del fútbol mundial.
P. ¿Qué opinión tiene del fútbol español, frente al europeo?
R. Tenemos una muy buena salud, desde un trabajo que llevamos haciendo muy a largo plazo en las categorías inferiores, en las academias, con los entrenadores trasladando una idea de tratar bien la pelota, de hacer pensar a los jugadores, de cada vez generar futbolistas más completos. Tenemos buenos equipos y debemos seguir evolucionando porque sino no estaremos en el escalafón más alto del fútbol mundial. Debemos ser optimistas y exigentes.
P. Un fútbol español con muchos entrenadores jóvenes…
R. Tenemos la suerte de tener buenas formaciones y referentes. La selección creo que también nos ha hecho mucho bien y tenemos talento en nuestras calles y en nuestras academias. Por eso hemos exportado entrenadores y jugadores.
P. ¿Cuáles son sus referentes?
R. Tenemos muy buenos en el propio club. He tenido la suerte de ver trabajar a entrenadores como Berizzo, Unzué, Coudet, Rafa Benítez o Luis Enrique, en los que me he fijado mucho. Luego, Vicente del Bosque, Guardiola, Valverde, Xabi Alonso y luego siempre destaco a Michel.
P. ¿Empieza a faltar mucha calle en el futbolista?
R. Tenemos que echarnos la culpa los entrenadores. El detalle es tan importante y queremos controlarlo y meternos en todo que a veces tendemos a limitar ese talento. La sociedad nos lleva a que los niños jueguen menos en la calle. Es algo que tenemos que incentivar, que salgan, se diviertan, jueguen con un balón y jueguen libres. A todos nos emociona pagar una entrada y ver a Iago Aspas hacer un control. Creo que en el Celta tenemos un poco de las dos cosas.
Iago Aspas celebra un gol.
P. Un futbolista de calle es Iago Aspas y él prometió hace nueve años que el Celta volvería a Europa…
R. Me hace casi más ilusión por él que por mí, el que volvamos a estar en Europa, porque se lo merece No sabemos si va a ser su último año, sabemos que está en la parte final de su carrera. Ojalá hubiésemos tenido la suerte de coincidir cinco años antes porque me encantaría poder disfrutar el mayor tiempo posible y en el mejor estado de Iago. Coincidimos en alevines jugando en selecciones y ya tenía un talento descomunal. No solo es el mejor jugador de la historia del Celta sino que es de los mejores de la historia de LaLiga. Es un gran broche final para él poder estar disfrutando de estos momentos. Sabemos la edad que tiene y debemos ser realistas, no va a ser eterno y debemos hacer todos el ejercicio, y yo el primero, de que no podamos tenerlo en el campo todos los minutos que nos gustaría. Me siento un privilegiado de poder estar con él en el día a día. Un auténtico ejemplo de lo que tiene que ser un capitán, un jugador de fútbol y una buena persona.
P. ¿Qué tiene de distinto la preparación de un partido europeo?
R. Hay una parte distinta en la connotación del partido. Es entre semana, hay un viaje, unos focos distintos porque te están viendo a nivel europeo. Luego, nosotros intentamos preparar los partidos de la misma manera y centrarnos en el rival que tenemos enfrente. Puede haber un mayor desconocimiento en nuestros jugadores y debemos darles más información. A Iago no porque conoce a todos los jugadores del planeta.
P. De aquí a Navidad tienen 19 partidos, por lo que me imagino que sus habituales rotaciones se multiplicarán…
R. Tenemos la suerte de que tenemos una plantilla muy larga y que entiende esta forma de trabajar. Todo el mundo va a tener una participación todavía mayor, si trabajan y esfuerzan porque no regalamos nada. Saldrán los once que creamos adecuados para el rival que tengamos enfrente. Y explicarles a los jugadores, sin ningún tipo de problema, porque salimos con unos u otros. Hay que ser natural, ver a la gente a la cara y explicar. Soy el mayor interesado en que el equipo gane y los jugadores estén felices.
P. Existen muchas ganas de que Bryan Zaragoza sea ese futbolista diferencial que necesitan y el jugador quiere estar en el próximo Mundial…
R. Ya estamos viendo su evolución en el juego. Empezó prácticamente su pretemporada con LaLiga y hay una adaptación a una forma de jugar. Estoy muy contento con el interés que está mostrando. Queremos hacer de él un jugador más completo de lo que era, que pueda jugar por dentro y por fuera y más continuo en lo defensivo. Estoy convencido que tiene condiciones para poder estar en el Mundial, que es el objetivo que él mismo mostró. Para nosotros, sin duda, será un jugador importante.
No veo otro horizonte en mi vida que ser entrenador del Celta
P. Usted tiene contrato hasta 2027 pero con vías de salida a final de esta temporada, ¿cómo marchan las negociaciones que está manteniendo con el club?
R. Estamos en buena sintonía. Yo no quiero ser el protagonista y más en una temporada con la serie de partidos que llega ahora. Estamos hablando de endurecer el corte que había entre esta temporada y la próxima y luego otros términos. No habrá ningún problema para que yo siga aquí, que es lo que quiero. Me siento muy identificado con lo que está haciendo el club y soy feliz. No veo otro horizonte en mi vida que ser entrenador del Celta. Ahora no estamos hablando en ampliarlo más allá de 2027 y sí en endurecer el corte de final de esta temporada.
P. ¿Cómo visualiza el partido ante el Stuttgart?
R. Primero es un día para disfrutar y una competición para así hacerlo. Eso no significa que tiremos ninguno de los partidos. Es un equipo al que nos enfrentamos en pretemporada y tenemos una buena muestra. La pasada temporada ganaron un título y jugaron Champions. Tienen una plantilla muy competitiva y completa. Ojalá podamos comenzar con buen pie y sobre todo, lo que más me preocupa, es que demostremos nuestra identidad, ser valientes y protagonistas con la pelota. Es el Celta que quiero ver y los resultados llegarán.