El Espanyol se va al parón por selecciones invicto, en puestos europeos y con dos victorias en su estadio. Quién lo ha visto y quién lo ve. La pasada temporada sufrió hasta el final por salvar la categoría, pero ésta la ha comenzado como un tiro, ganando a un hueso como el Atleti, empatando en una plaza complicada como el Reale Arena y venciendo a uno de los rivales con los que más ha penado últimamente.
Ante Osasuna, rompió su mala racha, a quien no había ganado en sus últimos ocho partidos en LaLiga. Desde febrero de 2017. Un tanto de Romero fue suficiente para eliminar los fantasmas y confirmar que el equipo de Manolo González es otra cosa.
Y no fue precisamente un paseo para los pericos. Osasuna plantó cara y tuvo sus ocasiones. La igualdad se mantuvo todo el encuentro, alternándose ambos las fases de dominio.
Avisó primero el Espanyol. Sergio Herrera salvó a Osasuna por dos veces en menos de un minuto antes del primer cuarto de hora. En la primera, sacó el tiro ajustado de Pere Milla y, en la segunda, se estiró para sacar con la pierna el remate a bocajarro de Kike García.
Resumen del partido por la calidad de las ocasiones
Respondió el equipo de Lisci en una contra conducida por Víctor Muñoz que no supo resolver bien Budimir. Dmitrovic le sacó el disparo. La velocidad del ex del Real Madrid fue un quebradero de cabeza para la zaga espanyolista.
Pudo Osasuna irse al descanso con ventaja, pero Rossier no supo resolver primero y, después, el remate de Moncayola se topaba con el larguero para luego botó casi en la línea de gol.
El Espanyol tomó ventaja tras el paso por vestuarios. Después de insistir en varias llegadas, encontró Romero el gol en una jugada que se inició en la derecha con una delicatessen de Dolan y que finalizó con un tiro ajustado lejos del alcance de Sergio Herrera. Llegaron entonces los mejores minutos de los pericos, que supieron controlar bien el ritmo del partido.
Osasuna, en cualquier caso, no bajó los brazos. Llegaron los cambios y creció el equipo de Lisci, que le quitó la pelota al Espanyol y empezó a acumular llegadas. Víctor Muñoz cayó en el área derribado por Pol Lozano, pero in el colegiado ni el VAR quisieron saber nada. Budimir lo intentó de cabeza más tarde en un remate manso. Encerró a su rival en el tramo final.
Pero la más clara la tuvo Catena. El central rojillo pudo empatar a puerta vacía en el descuento, pero demostró no tener el olfato de ‘killer’. Ahí se le esfumó la igualada. Respiró la grada blanquiazul, contenta e ilusionada con el arranque de temporada de su equipo.