El entrenador del Barça, Carlos Ortega, admitió este jueves que se va “con mal sabor de boca” pese a la victoria ante el GOG danés (37-32) en el estreno de la Champions 2025-2026, después de encajar 18 goles en la segunda mitad que tiró por tierra el 25-14 del descanso, y enfatizó la necesidad de mantener la regularidad para evitar problemas en lo que queda de la competición.
“Se ha visto un primer tiempo espectacular. En el segundo tiempo, con el partido teóricamente resuelto, con 11 goles de ventaja, creo que hemos sido otro rival. En el comienzo hemos perdido cuatro balones en poco más de 4 minutos. En defensa no hemos estado bien y tampoco en ataque. No me voy del todo satisfecho”, reconoció el técnico malagueño desde la sala de prensa del Palau Blaugrana.
Lee también
En el apartado positivo, Ortega destacó la actuación de Ludovic Fàbregas en su primer partido en el Palau tras su regreso después de dos años firmó cinco goles y contribuyó notablemente en defensa:
“Fàbregas es muy importante en lo defensivo. Esta puede ser la tónica de la temporada. A día de hoy, pienso que el centro con Ludo y uno más, llámese Timothey N’Guessan, llámese Jonathan Carlsbogard, es la defensa más certera que tenemos”, recalcó.
“En el segundo tiempo, con el partido teóricamente resuelto, con 11 goles de ventaja, creo que hemos sido otro rival”
Sobre las dudas en cuanto a efectivos en la primera línea, el técnico azulgrana restó preocupación y depositó toda su confianza en Djordje Cikusa, “un jugador que tiene que mejorar”, y destacó a Blaz Janc como comodín.
“Es un jugador que siempre nos ha dado mucho. Hoy no ha tenido el día, pero no será extraño verlo jugar en la primera línea mucho tiempo”, afirmó.
Dani Fernández, autor de seis goles sin fallo en su debut de Champions contra el GOG
Por su parte, el extremo Dani Fernández, que debutó en el Palau Blaugrana con seis goles en su primer partido como local tras su regreso, aseguró que es un día que recordará “toda su vida” y que estrenarse con seis goles en su regreso es una mezcla “entre orgullo y satisfacción”.
“Debutar en la Champions en el Palau era una de las espinas que tenía clavadas; no pude hacerlo cuando estaba aquí, pero bueno, ahora es una cosa menos pendiente”, cerró.
