La imagen corporal y la identidad personal durante la adolescencia y la juventud aún están en pleno desarrollo. Con el fin de encajar en un grupo de amigos y en el resto de la sociedad, es común que en esta etapa vital se le otorgue mayor importancia a la validación externa.
Sin embargo, el uso extendido de los filtros de belleza y de aplicaciones de edición de imagen han normalizado estándares físicos inalcanzables e irreales, puesto que son fruto de retoques digitales.
Según expertos de Sanitas el acompañamiento tecnológico, pero también emocional y educativo, es fundamental para ayudar a jóvenes y adolescentes en la construcción de una autoestima sólida.
Tal y como explaya el jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Blua Sanitas Valdebebas, Carlos Atef Harkous, «la exposición constante a imágenes retocadas puede condicionar su estado de ánimo y generar patrones de comparación social que impactan directamente en su bienestar emocional».
La labor de padres, tutores legales y educadores
Elaborar un plan de acción lo antes posible es clave para evitar consecuencias en el trastorno de la imagen corporal o en la salud mental de adolescentes y jóvenes. Desde Sanitas plantean varias alternativas.
La autoestima no solo depende de la apariencia física
El reconocimiento de sus habilidades, talentos y logros personales es fundamental.
Actividades sin tecnologías
Limitar el tiempo en redes sociales les protege de la exposición de contenidos que puedan generarles inseguridad, además de encontrar otras formas de incrementar su satisfacción personal, como el deporte o la lectura.
Espacios de confianza
Adolescentes y jóvenes necesitan ser escuchados sin ser juzgados, ya que refuerza su capacidad para afrontar la presión social y fortalece su bienestar emocional.
Los adultos deben ser ejemplo
De nada sirven los consejos anteriores si sus modelos a seguir hacen todo lo contrario a lo que predican. Los progenitores tienen la responsabilidad de mostrar un uso equilibrado de los dispositivos digitales y compartir mensajes positivos sobre su propia imagen.
Espacios para la reflexión
Comentar con ellos las imágenes que consumen y apoyarles en sus valores y metas personales fomenta la confianza en sí mismos, del mismo modo que reduce la necesidad de buscar la aceptación del resto.
Más allá de la pantalla
La diversidad de cuerpos que existen en el mundo es infinita y la concienciación sobre ello es esencial para incentivar la autoestima a nivel corporal y personal.
«Hablar de ello en casa y en el colegio ayuda a que normalicen la diversidad corporal y reduzcan la presión por encajar en un modelo estético concreto», asegura la psicóloga de Blua de Sanitas, Carla Alvárez Llaneza.
A pesar de que en las redes sociales es común encontrar ciertos arquetipos físicos que se repiten, la realidad es que en muchas ocasiones son el resultado de retoques digitales que no muestran la verdadera imagen de los usuarios.