España se sitúa entre los países con mayor nivel de escolarización en Educación Infantil de Europa. Tres de cada cuatro niños de dos años, el 73,3%, están matriculados en esta etapa, lo que significa 15 puntos más que la media de los países de la OECD. Es una de las conclusiones del undécimo informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español, actualizado a 2025, que han presentado las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación ante representantes de la comunidad educativa. Este trabajo reúne los datos más significativos de la educación en España, en perspectiva longitudinal y comparada, y desagregándolos por comunidades autónomas.
Pese a ese alto porcentaje de escolarización a la edad de 2 años y al aumento de alumnos extranjeros en el sistema educativo español, la Educación Primaria ha perdido más de 200.000 alumnos en los últimos siete años. Abriendo el foco a todo el sistema, tal y como analizan los autores de este trabajo, en el curso 2024-25, 8.317.548 alumnos estaban matriculados en enseñanzas de régimen general no universitarias, 14.726 menos que el curso anterior. Según constatan, este es el único descenso interanual de la serie histórica sin contar el curso 2020-21, que se vio afectado por una fuerte caída en la Infantil, asociada en ese caso a la pandemia de la Covid-19.
En cuanto a los ciclos formativos de Grado Medio y Superior, alcanzaron en el curso 2023-24 su récord histórico de matriculados superando el millón de matriculados: 450.000 en el caso de los medios y 600.000 en los superiores. En la última década, los cilcos medios han crecido un 30% y la tasa neta de matriculación se sitúa en el 14%, mientras que los superiores crecen un 70% y duplican la tasa neta de matriculación hasta el 15%.
En lo que respecta a la formación a distancia, ésta gana peso dentro del sistema educativo, pues si en el curso 2004-05 sólo el 1% del alumnado de Grado Medio estaba matriculado en la modalidad a distancia, ese porcentaje se sitúa en la actualidad en el 13,6%.
Recursos educativos
Los autores de este trabajo dedican varios capítulos a analizar la evolución de la inversión en el sistema educativo español. Tal y como reflejan, el presupuesto destinado a este fin alcanzó su máximo histórico en 2023 cuando rozó los 68.000 millones de euros tras nueve años de crecimiento. El gasto por alumno en relación con el PIB per cápita se sitúa en el 23,5%, lo que sitúa a España en la media internacional (22,2%).
También ha aumentado el gasto público destinado a las becas universitarias, que en el curso 2022-23 alcanzó los 1.347,3 millones de euros, lo que supone un 9,5% más que el ejercicio anterior. Esto fue así pese a que el número de alumnos beneficiados por estas ayudas disminuyó a los niveles prepandemia, en torno a los 600.000 becados. En ese curso 2022-23, el gasto medio por becario universitario fue de 2.270,2 euros, un 15% más que un año antes y hasta un 30% más que en 2019.
En cuanto a la plantilla de profesores de Secundaria en centros públicos, no ha parado de crecer hasta los 243.982 docentes en 2023-24, un 43% más que diez años antes. Es decir, la ratio número de alumnos por profesor en centros alcanza el mínimo de la serie histórica, 10,6 alumnos (9,8 en el caso de los centros públicos y 12,9 en los concertados o privados), dos puntos por debajo de la media de la UE (12,7).
Según los expertos, “los retos a los que se enfrentan los profesores van más allá del número de alumnos en aula por profesor: irrupción de la tecnología, heterogeneidad en el origen del alumnado, fragmentación de las unidades familiares, necesidades de atención psicológica y emocional…”.
Resultados educativos
Los autores de esta edición de ‘Indicadores’ referido a 2025 concluyen que “el nivel educativo de la población española es cada vez más alto”. Si bien en el curso 2021-22, uno de cada diez alumnos en España (12,5%) abandonó los estudios obligatorios sin obtener el título, aunque muy lejos de las cifras registradas hace diez años (cuando se situaba en el 18%). Así, a pesar de que cada vez hay más jóvenes que completan la Secundaria superior (79,9%) y la terciaria (52,6%), España se situó en el año 2024 a la cabeza en el ranking de abandono temprano (13%) en relación con el resto de países de la UE (9,3%), solo superada por Rumanía (16,8%). La realidad también es muy distinta entre los alumnos nativos (10%) y los alumnos inmigrantes (30%).
Evaluaciones internacionales
Al mismo tiempo, los estudiantes españoles no salen muy bien parados cuando se enfrentan a las evaluaciones internacionales. Éstas sitúan a España por debajo de la media de otros países de nuestro entorno en competencia del alumnado en matemática, ciencias y comprensión lectora. Por ejemplo, el estudio TIMSS 2023 (Trends in International Mathematics and Science Study), realizado cada cuatro años a alumnos de 4º de Primaria, uno de cada cuatro alumnos (25,3%) obtiene una puntuación alta frente al 40% del promedio de la OCDE.
Según otro estudio, en este caso el Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de la Población Adulta (PIACC) de 2023, realizado cada 10 años a la población en edad de trabajar (25-65), la puntuación media de España en competencia lectora y matemáticas fue de 247 y 250 puntos, respectivamente, por debajo de los promedios de la OCDE (260 y 263 puntos) y de la media de la UE (259 y 264 puntos). España ocupa en ambos casos, el puesto 15 de 19 entre los países analizados.
En un contexto de creciente uso de la IA en el ámbito educativo, el estudio Internacional sobre Competencias Digitales (ICILS), realizado por primera vez en España en 2023, sitúa a los alumnos de 2º de la ESO en la media de la UE en lo relativo al desarrollo de competencias digitales (495 puntos frente a 493 del promedio de la UE). En este caso, ocupamos el puesto 13 de 17 países.
Sin embargo, los expertos recalcan que “España no puede depender de las evaluaciones internacionales para hacer un diagnóstico real de la calidad del sistema, son escasas y tardan en llegar”.
Impacto de la formación en el empleo
El trabajo presentado por las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación también dedica una sección a analizar el impacto de la formación en la empleabilidad. En 2023, ocho de cada diez graduados (el 78%) estaban afiliados a la Seguridad Social cuatro años después de su egreso con una base media de cotización es de 31.000 euros. Un año antes, para la población entre 25 y 64 años, finalizar un grado universitario significaba alcanzar un salario un 40% superior a quien solo hubiera completado el Bachillerato. “Estudiar un máster eleva esta proporción al 80%”, añaden los autores de este trabajo. Sin embargo, a la pregunta de si hay sobrecualificación en España, la respuesta es claramente afirmativa: en 2024, uno de cada tres ocupados de 25 a 64 años con estudios superiores (34,6%) tenía en ese momento un trabajo que no los requería.
© Indicadores comentados del sistema educativo español 2025. Fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación