Estamos a mitad de legislatura. ¿Qué balance hace de su gestión desde que asumió el cargo? ¿Qué nota se pondría?
–En este tiempo hemos cumplido muchos de los objetivos que nos planteamos al inicio de la legislatura y hemos dado respuesta a muchas reivindicaciones históricas de la comunidad educativa que estaban sin atender, además de otras cuestiones que han ido surgiendo en el día a día. Gracias al trabajo en equipo y a la escucha de los distintos colectivos, hemos sido capaces de responder a las necesidades educativas de Canarias. No creo que sea yo quien deba valorar con una nota nuestra gestión, lo que sí puedo asegurar es que hemos trabajado intensamente y que así seguirá siendo hasta el final de legislatura.
Educación no es una consejería fácil. ¿Se arrepiente de haber aceptado ser el consejero de Educación?
–Al contrario, cada día estoy más enamorado de la educación y muy agradecido tanto al personal de la Consejería como a los equipos directivos, docentes y personal socioeducativo por la dedicación y vocación que demuestran. Es verdad que la gestión de una consejería de esta dimensión no es sencilla, pero todo va saliendo gracias a los magníficos profesionales que la conforman.
El pasado curso fue difícil en lo que respecta a la implantación de la FP Dual, con mucha contestación por parte del profesorado. Ahora ya con el próximo curso a la vista, cree que ¿se ha superado ya esa etapa?
–El equipo de Formación Profesional y el conjunto de la Consejería ha trabajado duro para que así sea. Sinceramente, creo lógico que se produjesen ciertas deficiencias en el proceso de implantación de la nueva FP. Ello no significa, y así lo hemos manifestado, que no se produjeran errores, pero creo también que se han introducido los cambios y las mejores necesarios para que el próximo curso no tengamos estos problemas. Hemos mejorado la comunicación y muchos procesos gracias a la experiencia del curso pasado y a las propuestas de profesorado y equipos directivos. Seguramente queda margen de mejora y cuestiones por pulir, pero estamos en ello.
¿Cómo se está vinculando la FP con el tejido productivo canario?
–El curso pasado más de cinco mil empresas acogieron en prácticas a los estudiantes de Formación Profesional, con una colaboración y predisposición dignas de agradecer. Vamos de la mano con el tejido empresarial para programar y planificar aquella oferta formativa que precisa el mercado y que facilita la rápida inserción laboral, además de resultar atractiva a los estudiantes. Y no puede ser de otra manera porque son las empresas las que generan empleo y conocen la evolución de la demanda de profesionales, no se les puede dar la espalda.
También ha sido difícil y trabajoso todo el proceso de estabilización. Y ya de nuevo estamos en nuevas oposiciones. ¿Qué valoración hace al respecto?
–A este respecto quiero destacar el inmenso trabajo que han realizado desde la Dirección General de Personal y Formación del Profesorado y los profesionales que han conformado los tribunales, durante semanas prácticamente sin descanso. Es pronto para valorar, pero creo que hemos hecho todo lo posible para proteger a los docentes de las islas con el margen que nos permite la ley y teniendo en cuenta que el proceso de estabilización lo heredamos ya negociado y definido.
Desde que tomó posesión ha tenido en cuenta las dificultades de las islas no capitalinas en materia educativa ¿Cree que han mejorado las condiciones en estos primeros dos años?
–Creo que hemos entendido y demostrado que las islas no capitalinas requieren una sensibilidad especial. Por ejemplo, hemos insularizado la oferta de Formación Profesional en función de la realidad de cada isla y hemos avanzado en que todas las islas cuenten con centros integrados de Formación Profesional, una medida muy importante para garantizar la igualdad de oportunidades y la equidad en el acceso a la educación. También hemos tenido en cuenta estas particularidades a la hora de proteger las escuelas unitarias o escuelas rurales y descentralizando eventos y jornadas formativas que antes solo se celebraban en las islas capitalinas. Todas las islas deben tener los mismos derechos, también en el ámbito educativo.
Hemos aumentado el personal docente en 351 y no docente en 280 para atender al alumnado NEAE y aún faltan más
Otro caballo de batalla ha sido el del alumnado NEAE. Canarias ha sido pionera en ofertar recursos para este tipo de alumnado y dar respuesta a los mayores de 21 años. ¿Cree que aún hay margen para mejorar? En qué aspectos y cuál es su apuesta.
–Sí, por supuesto que hay margen para mejorar y necesitamos mejorar. Es cierto que solo el pasado curso hemos atendido a 1.800 niños y niñas más con necesidades educativas especiales, para un total de más de 4.700. Hemos aumentado las contrataciones de personal docente en 351 y no docente en 280 para atenderles, con una inversión que supera ya los 21 millones de euros. Y aún así faltan más recursos. Tenemos que lograr, en coordinación con los equipos directivos e Inspección, que los auxiliares educativos estén nombrados e incorporados en los centros desde principio de curso, por ejemplo. Seguir llevando el proyecto NEAE +21 a todas las islas, un proyecto pionero a nivel nacional con el que atendimos una demanda histórica de las familias, pero no podemos quedarnos estancados. Hay margen para seguir mejorando y resolviendo estas reivindicaciones que son justas y comprensibles.
Canarias sigue siendo una de las comunidades con menor implantación de aulas de 0 a 3. ¿Cuál es su objetivo de cara al final de la legislatura?
–A día de hoy tenemos en funcionamiento 2.237 plazas del primer ciclo de Educación Infantil. De éstas, se habían abierto ya 597 plazas en 34 aulas en el curso 22-23 y en los dos años que llevamos en la Consejería hemos abierto 1.400, más del doble y habiendo resuelto el problema que encontramos de las 1.196 matriculaciones de alumnado sin aulas previstas. Nuestro objetivo es cumplir con el compromiso adquirido con Europa y seguir fomentando la escolarización en esta etapa.
No todo el mundo está de acuerdo con la proposición de ley para el reconocimiento de la autoridad docente. ¿Cuál es la posición de su consejería?
–Es una proposición de ley que no va en contra de nadie, ni de familias ni alumnado, como se ha criticado desde algún ámbito, sino que surge para proteger al profesorado ante situaciones graves que se están dando con algunas familias y algunos estudiantes. Ya otras comunidades cuentan con esta ley o la tienen en fase de desarrollo. No podemos dejar desamparados y desprotegidos a los docentes que se desviven por ofrecer la mejor formación a nuestros jóvenes. Muchas de las incidencias que se están produciendo en los centros no trascienden porque los propios docentes intentan solucionarlas con mediación u otras vías para mejorar la convivencia, pero en ocasiones no les resulta posible y no soportan más esas situaciones. Ante esos casos encontrarán siempre de su lado a esta Consejería.
Las familias reclaman que se tome en cuenta su posición en el ámbito educativo. ¿Cómo es la relación con las AMPAS? ¿Cree que ha mejorado con respecto a cuando llegó?
–Al llegar, proclamamos la necesidad de que ésta fuera la «Consejería del nosotros», incluyendo a todos los colectivos y, por supuesto, también a las familias. Y por supuesto, en este tiempo, hemos trabajado para incorporarlas a muchas de las decisiones importantes que hemos ido asumiendo. Por supuesto que las escuchamos y las tenemos en cuenta y participan de las decisiones. Muchas nos han dicho que han vuelto a creer en la Administración al ver que esa escucha y participación es real como les aseguramos.
El 80% del profesorado se quejaba de la excesiva burocracia. Era necesario hacer algo
Una de sus luchas durante la presente legislatura ha sido reducir la burocracia que soporta el profesorado. Recientemente presentaron un plan específico en esta materia, ¿en qué consiste y qué beneficios proporcionará a los docentes del archipiélago?
–En efecto, hace muy poco presentamos el denominado Plan de simplificación administrativa y de mejora de la gestión de la educación en Canarias. Se trata de un documento que incorpora 65 medidas concretas con las que buscamos reducir la carga burocrática, mejorar la gestión, simplificar tareas y reajustar la normativa vigente. Es la respuesta a un estudio que realizamos desde la Consejería que reveló algunos datos demoledores: un 80% de los encuestados nos había trasladado que consideraba excesiva la burocracia. Era necesario hacer algo. Muchas de las medidas, además, se refuerzan con el nuevo aplicativo de gestión Doramas, basado en el sistema Séneca de la Junta de Andalucía, que ya está dando sus primeros pasos y pronto nos permitirá centralizar gestiones y agilizar la comunicación. Todo ello con un objetivo claro: que el profesorado dedique más tiempo a lo importante, que es el alumnado, y menos a los papeles.
En un verano marcado por el intenso calor en todo el país y la más que evidente afección del cambio climático en nuestro día a día, ¿cómo se preparan las aulas en Canarias ante este desafío?
–Al poco tiempo de llegar a la Consejería me vi obligado a suspender las clases debido a un intenso episodio de calor en las islas. Fue un aviso a navegantes. Con esa inquietud, trabajamos en diseñar un protocolo específico —actualmente operativo en nuestro sistema— que se activa en función de la intensidad de las temperaturas y que permite tomar medidas progresivas, desde recomendaciones básicas hasta cambios de horario o docencia no presencial si fuera necesario. Además, tenemos en marcha también un Plan de Adaptación de Centros a las Altas Temperaturas que, con una inversión de 6,8 millones de euros en 160 colegios e institutos, nos permitirá crear espacios de sombra que funcionen como refugios climáticos para nuestras comunidades educativas.
¿Cuáles son las principales novedades educativas que entrarán en funcionamiento en Canarias el curso 2025/26?
–Para el curso que está a punto de empezar, estrenamos cuatro nuevos centros integrados de FP: en las islas de El Hierro y La Gomera, que hasta ahora no contaban con ninguno de este tipo, y dos más, uno en Fuerteventura y otro en Gran Canaria. Además, sumamos dos centros de enseñanza obligatoria en Arona (Tenerife) y Las Palmas de Gran Canaria. Con estas incorporaciones, por un lado, conseguimos que las siete islas cuenten con, al menos, un centro integrado de FP, lo que garantiza igualdad de oportunidades y refuerza la vinculación con el tejido productivo de cada territorio. Los nuevos CEO, por su parte, permitirán simplificar la gestión escolar y mejorar la transición entre etapas educativas para cientos de estudiantes de ambas islas.