23/09/2025
Actualizado a las 01:21h.
Mantener la misma intensidad durante un concierto entero es muy complicado; no ceder en las baladas ni sobreestimularse en los temas más cañeros. Cualidades que Damiano David ha cumplido con creces en el impepinable espectáculo que ha dado en el Movistar Arena de Madrid, con un final digno de un gran rockstar.
La velada comenzaba para algunos de sus fans mucho antes de que las luces se apaguesen y la atronadora música de ‘Born With a Broken Heart‘ recorriese el templo madrileño. Aquellos seguidores que, en los últimos instantes de la noche, han podido acariciar el brazo del italiano, han pasado la noche a la intemperie. Un lunes de septiembre, valientes o locos cuanto menos, pero con el resultado perfecto.
Perfecta sí que ha sido la composición de un concierto dividido en varios actos y que culminaba con David encendiéndose un cigarro, firmando la cámara cual tenista de élite y subiéndose a un coche que le sacaba del recinto. Un final para quitarse el sombrero ante quien ha conseguido mantener una constante energía vitalizante. Con ‘The First Time’, ‘Mysterious Girl’ y ‘Voices‘, comenzaba una primera parte que solo se ha interrumpido para un tímido: «Hola Madrid» del romano.
Aunque la noche no había hecho más que empezar, las transiciones entre baladas como ‘Mars’ y el rock de ‘Cinnamon’ –dos canciones bien acogidas y gritadas por los presentes– eran impecables. Pero estas no eran las únicas melodías que querían acaparar la atención. Como el mismo cantante ha reconocido ante las 17.000 personas presentes le encantan las ‘covers’ y ‘Sex on fire’ de Kings of leon y ‘Nothing Breaks Like a Heart’ de Mark Ronson y Miley Cyrus son la prueba de ello. Pero ganarse al pueblo español no es tan fácil, o sí, porque el homenaje a Guitarricadelafuente y su preciosa ‘Guantanamera’ ha derretido hasta el más duro de los corazones y su inédita versión de ‘Si no estás’ de Iñigo Quintero ha sorprendido y emocionado a partes iguales.
Regresando al idioma en el que el romano canta, que no es su lengua materna, sino el inglés al que se ha aficionado, se encuentran temas como ‘Tangerine’, ‘Naked’ y ‘Zombie Lady’ que se han pasado el nivel del juego. Aunque las raíces son innegables; en ‘Talk to me‘ saca su lado más italiano gesticulando con las manos y los ojos cada acción y palabra de la canción.
La máxima intimidad llegaba cuando, hablando en español, Damiano David confesaba que en los últimos años había sido muy feliz, pero que llegó un día en el que todo se rompió. «Aprendí que necesitaba una pausa, volver a lo que yo se que amo, escribir música; este álbum me ayudó a saber lo que estaba roto, tenía la vida perfecta, pero estaba lejos de ser mi vida perfecta. Necesitaba encontrar mi idea de perfección». ‘Perfect life’ es el resumen de esta mirada al interior y un auto entendimiento muy necesario para él.
Con el apoyo de sus variopintos fans continuaba son su recital de 90 minutos exactos que curaba las dudas de los más reticentes a ver más allá del ex miembro de Måneskin. Lo curioso de los seguidores de Damiano es que no se puede decir que sean homogéneos. La pista y las gradas del Movistar Arena estaban llenas de personas con ‘eyeliners’ infinitos, tatuajes, mullets, pelos de mil colores, incluso algún cayetano que se había perdido. Hombres, mujeres, mayores, pequeños, modernitos de Malasaña y pijipis de La Latina. Una preciosa variedad de la población de la capital.
«En mi vida yo quiero probar muchas versiones diferentes de mi mismo»
La vida ha llevado al italiano por aristas que nunca imaginaron. El cantante ha conseguido mantener su potente presencia sobre los escenarios; publicar un disco con dos versiones, la primera –’Funny Little Fears‘ (Sony Music, 2025)– y la extendida –’Funny Little Fears (Dreams)’–, un disco que le ha dado más de 11 millones de escuchas mensuales en Spotify y que le ha llevado a tocar en 31 fechas por todo el mundo.
Sin pretensiones por cantar en países de América, Europa, Australia y Asia, pero con unas expectativas más bajas de las que se merecía el romano. A Madrid ha llegado para conectar con un público entregadísimo a este proyecto; un espectáculo que iba a ser en La Riviera, pero que con la buena acogida se pasó al Movistar Arena; en Barcelona pasó algo parecido, la primera parada del italiano en España comenzó siendo en la sala Razzmatazz, pero terminó por trasladarse a Palau Sant Jordi Club.
Dos fechas que han dejado un muy buen sabor de boca por la conexión de Damiano con sus fans, sus tributos a España y un gran espectáculo de una intensidad controladamente descontrolada.
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