Resulta una imagen inédita y muy curiosa ver la galería central del Prado (bueno, la mitad de ella) desnuda, vacía, tan solo habitada por andamios, botes de pintura… Salvando las distancias, recuerda las fotos de la Guerra Civil con las barricadas. El … espacio de honor del museo comienza a mudar su piel: tira de pedigrí y lucirá su sangre azul. Este miércoles por la mañana dos pintores se hallaban en la mitad de la galería (salas 24-25 y 26), que conecta con Goya alta, cerrada al público desde el 5 de septiembre. Uno daba imprimación a las paredes con una larguísima brocha, mientras otro trabajaba desde lo alto de un andamio.
A la derecha, el color actual de las paredes de la galería central. A la izquierda, el nuevo. Ese fragmento semeja un monumental cuadro de Rothko
De momento, solo un trozo de pared luce de azul -S7010-R90B, del sistema de color NCS (Natural Color System)-, el mismo que se usó en una exposición del Greco. El resto sigue luciendo aún el color pálido, neutro, que ha lucido los últimos años. Ese fragmento bicolor semeja un Rothko. Se prevé que los trabajos de esta primera fase acaben el 25 de septiembre. Entonces regresarán los cuadros que colgaban en este espacio y se abrirá al público. La otra mitad de la galería central (salas 27, 28 y 29), incluido el espacio de entrada a la Sala 12, presidida por ‘Las Meninas’, es aún visitable. Se halla ahora separada por un biombo de la primera. Se cerrará al público aproximadamente del 17 de septiembre al 6 de octubre, cuando lucirá ya pintada de azul por completo. En toda la galería central se usarán unos 240 litros de pintura.
Para llevar a cabo estos trabajos, se moverán 58 obras en total. Tres son esculturas: dos italianas y una flamenca. En cuanto a las pinturas afectadas, 9 son venecianas ( 5 de Tiziano y 3 de Tintoretto), una de pintura italiana del Renacimiento, seis de pintura italiana del Barroco, un Velázquez, 32 de pintura flamenca (incluidos 26 Rubens)… En estos momentos, en la Sala 40, donde antes colgaban copias y réplicas, se han reubicado temporalmente cinco obras maestras procedentes de la galería central. Son: ‘Adán y Eva’ de Tiziano, ‘Adán y Eva’ de Rubens, ‘Hipómenes y Atalanta’ de Guido Reni, y los dos ‘Entierros de Cristo’ de Rubens. A lo largo de todo el proceso otros cuadros irán pasando a otras salas.
Fragmento de la galería central pintado de color azul junto a la puerta de Goya alta del Prado
Alfonso Palacio, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, explica a ABC cómo surgió el proyecto. «La decisión se toma con anterioridad al verano. Estamos en un proceso de modificación, de homologación de la museografía del Prado, que hemos comenzado hace unos meses y se va a desarrollar a lo largo de los próximos años. Dentro de esa renovación de la museografía, del discurso museográfico que este museo necesitaba, está el cambio del color de las paredes de la galería central. En la exposición ‘El Greco. Santo Domingo el Antiguo’ se usó un azul en el que se veían muy bien las obras de pintura veneciana y flamenca, pero sobre todo veneciana».
Un pintor trata las paredes de la galería central del Prado antes de pintarlas de azul
Es el mismo color del que se está pintando la galería central. «Es un color que genera sosiego, tranquilidad y profundidad de la mirada. Nos dimos cuenta de que al meter un color más contrastado frente a esta especie de verde grisáceo o gris verdoso que había, los colores de esas pinturas, las del Greco antes y las venecianas que van a ir a continuación, se veían mucho mejor. Es decir, se mejoraban las condiciones de visibilidad de las obras por parte del espectador», advierte Palacio. «Con este color contrastado se avivan los colores de las obras y se aminora el difuminado que la luz natural siempre suele originar en los colores».
En la Sala 40 del Prado se han reubicado algunas obras que colgaban en la galería central. En la imagen, ‘Adán y Eva’ de Tiziano, ‘Adán y Eva’ de Rubens e ‘Hipómenes y Atalanta’ de Guido Reni
El director adjunto del Prado añade que «aparte de ver, de contemplar, de observar mejor los colores de las obras, resalta también algo que a nosotros nos interesaba mucho, los marcos de las pinturas. Vimos que lo que era esta galería central, que es la columna vertebral, para muchos el ADN, la marca casi de fábrica del Museo del Prado, necesitaba un nuevo color. Desde 1819, han sido muchos los colores que han dado la personalidad a esta galería central. Se utilizó muy a principios de su inauguración un verde, pero también se ha pintado de rojo, de blanco, de un color crema, de gris, de un verde grisáceo… Cada cierto tiempo conviene renovar la galería central, con un criterio museológico y museográfico».
¿Se aprovechará para reordenar la galería central? ¿Saldrán obras de ella y entrarán otras? «No. Van a volver las obras que ahora estamos llevando a otras salas. A primera hora de esta mañana, montamos la Sala 40, adonde han ido los Rubens y Tizianos e ‘Hipómenes y Atalanta’ de Guido Reni que estaban aquí. Hasta la primera semana de octubre en que finalizarán estos trabajos, otras pinturas irán a otras salas». Se ha realojado un 50% y se ha retirado del público otro 50%.
Imagen inédita de la galería central del Prado. Un biombo separa dos partes: una en obras y otra abierta al público. Recuerda a imágenes de la Guerra Civil
Se aprovechará estos trabajos para reiluminar este espacio. «Siempre que hay un tono de pared diferente, requiere una nueva iluminación», advierte Palacio. No son las primeras salas del Prado que lucirán de azul, aunque en un tono distinto. Es el caso de las salas de pintura española anterior a 1500 y de pintura holandesa y flamenca. «En la exposición de Veronés, el director del Prado, Miguel Falomir, uno de los dos comisarios, apostó por un color ‘audaz, valiente’, que era un verde. Vio que, al contrastar con ese color, los colores de las propias pinturas se veían mejor», dice Alfonso Palacio.
Hace unos días murió Gustavo Turner. ¿Qué queda de la decoración que hizo en su día para el Prado? «Del entelado y el damasquinado de las paredes no queda nada. Sí se mantiene un banco que diseñó en homenaje al historiador del Arte Ángel González y que se halla frente a unos Tizianos».
La parte de la galería central del Prado que se mantiene aún abierta, este miércoles con las paredes aún sin pintar de azul
Asimismo, el museo está reordenando las salas de Goya de la segunda planta sur: «Estamos rehabilitando las salas y reordenando el futuro montaje que queremos tener listo a finales de año». ¿Se solucionará el problema de tener a Goya expuesto en tras plantas del museo? «Bueno, esa es una idea a la que le estamos dando vueltas. Nos gustaría presentar una posible solución. De hecho, comenzaremos a tener reuniones en los próximos meses. Con motivo de los trabajos preparatorios para la inauguración del Salón de Reinos, saldrán obras de la colección permanente. Eso nos va a obligar a reordenar las colecciones y hará que repensemos cuál es el papel y el lugar de dos pintores en este museo: Goya y Rubens».