Repetición tuvo el primero de la tarde. Se le hicieron las cosas a favor en los primeros tercios, y acudía presto al cite de Manzanares, que le aliviaba al final del muletazo por la evidente falta de fuerzas, desde las primeras tandas. Acendrado fue … cogiéndole gusto a embestir, pudiendo darle José Mari un par de series profundas, hasta que echó la persiana el animal. Se tiró bien a matar, aunque la estocada cayó algo delantera y contraria, cortando así la primera oreja.
Y otra cortó al cuarto. Elegante fue el toreo de capa del alicantino, pese a que Abacalero estuvo más tiempo cayéndose que en pie. Una pena esa poca fuerza, porque metía muy bien la cara el de Zalduendo, y repetía con codicia en la pañosa de José Mari, que, aunque no le atosigó al principio, pudo ir bajándole la mano. Algo más le costaba repetir al natural, saliendo abierto además, por lo que optó por basar la faena sobre la mano derecha. Acabó rajándose el toro, siendo el final del trasteo en esos terrenos, previos a una estocada caída recibiendo.
El segundo bis (el primero se partió una pata nada más aparecer en el ruedo) salió abanto y suelto los primeros tercios. Durante el segundo tercio comenzaron a caer gotas gordas que pasaron inmediatamente a tormenta, mientras Aguado perseguía por todo el ruedo al mansísimo animal, al que le robó algún muletazo de calidad, cuando el de Zalduendo se equivocaba en su continua huida.
Y más kilómetros se hizo Pablo para dar un capotazo al huidizo quinto. La gran brega de Iván García logró centrar algo al animal. Con una mano en las tablas comenzó torerísimo Aguado, para dejar después un trincherazo que era una obra de arte. Los trincherazos del sevillano son algo serio, para ver en bucle y no cansarse. Como su toreo, en un año que ve toro en todas partes. ¡Qué suavidad, qué sutileza en los imperceptibles toques, qué calidad imprime, qué forma de torear! Los naturales a pies juntos fueron una cosa seria, y los derechazos sublimes a un toro que de sublime tenía poco. Y para terminar, un estoconazo, posterior al final de faena, también a pies juntos, pero con la diestra. Faenón medido de muchos quilates.
Y comenzó a jarrear fuerte mientras Olga recibía al primer novillo con templadas verónicas. Muy jaleado por los valientes que se quedaron durante el chaparrón, fue el quite por saltilleras. Bien con los palos Fini, tras lo que Olga comenzó por bajo la labor que le brindó a Manzanares. Un cambio de mano fue francamente bueno, pero entonces comenzó el novillo a cantar la gallina, pese a los intentos de la novillera de torearlo en los medios. Tuvo que terminar Casado la faena en las tablas, con el animal completamente rajado. Arrimón final y luquecinas, cuando la lluvia empezaba a parar.
Mientras sonaba la Jota del maestro Borobia, Berengo solo hacía amagos de saltar las tablas y no facilitó las cosas en los primeros tercios, por su mansa condición. Se dobló Olga hasta los medios con el novillo, pero no terminó de encontrarle la distancia por la diestra, porque el de Zalduendo era un poco pegajosito. Mejor fue al natural, donde llegaron los pasajes más destacados de una faena algo deslavazada. Una estocada en buen sitio puso otra oreja en sus manos, saliendo la terna en hombros para cerrar a lo grande la feria de Sanse.
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Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid).
Domingo, 31 de agosto de 2025. Más de ¾ de entrada. Toros y novillos (3º y 6º) de Zalduendo, de escasa presentación pero nobles y repetidores en líneas generales. Imposible el 2º bis. -
José María Manzanares,
de azul marino y oro. Estocada contraria y delanterita (oreja). Estocada caída (oreja). -
Pablo Aguado,
de corinto y oro. Estocada corta (palmas). Estocada (dos orejas). -
Olga Casado,
de amapola y oro. Estocada contraria caída y descabello (oreja con petición). Estocada corta tendida y descabello (oreja).