En 2013 tuvimos la oportunidad de compartir mesa, café y conversación con Leonard A. Lauder. El filántropo y mecenas, que donó al Metropolitan Museum de Nueva York 78 obras cubistas, de artistas como Picasso, Braque, Gris y Léger, valoradas en mil millones de dólares, vino a CaixaForum Madrid, invitado por la Fundación Arte y Mecenazgo, que impulsa La Caixa, para pronunciar una conferencia. Su título: ‘Conservar, no poseer’. Presidente emérito de Estée Lauder Companies Inc. y del Whitney Museum of American Art, el heredero de Estée Lauder falleció el pasado 14 de junio a los 92 años.
La sala Sotheby’s ha anunciado que este otoño sacará a subasta en Nueva York la colección de Leonard A. Lauder, única en su generación de obras maestras del siglo XX, que personifica la dilatada trayectoria de uno de los mayores coleccionistas y benefactores del arte en Estados Unidos. La venta inaugurará la nueva sede global de Sotheby’s: el histórico Edificio Breuer en Madison Avenue, un referente cultural de Nueva York.
El núcleo de la colección se ofrecerá en una subasta independiente de 24 lotes el 18 de noviembre, con una estimación de ventas superior a los 400 millones de dólares. La joya es uno de los retratos de cuerpo entero más finos y elaborados que Gustav Klimt creó durante el Siglo de Oro de Viena a principios del siglo XX. Representa a la joven Elisabeth Lederer, hija de los mayores mecenas de Klimt. La pintura nunca antes había salido al mercado. Ahora se ofrecerá con un valor estimado de más de 150 millones de dólares.
‘Blumenwiese’, de Gustav Klimt. Su valor estimado, más de 80 millones de dólares
Además, se ofrecen otras dos pinturas de Klimt: sendos paisajes de formato cuadrado característico de Attersee, el amado lugar de retiro de verano de Klimt: ‘Blumenwiese’ (estimado en más de 80 millones de dólares), un mosaico de flores silvestres, de 1908, y ‘Waldhag bei Unterach am Attersee‘, de 1916 (su valor estimado, más de 70 millones de dólares). Ambos fueron pintados con el estilo maduro de Klimt. Tampoco habían salido nunca al mercado. También es inédita la oferta de seis esculturas de Henri Matisse, a las que se sumarán obras destacadas de Edvard Munch, Pablo Picasso, Agnes Martin y Claes Oldenberg, entre otros artistas.
La influencia de Leonard A. Lauder se extiende mucho más allá de la industria de la belleza. Fue uno de los coleccionistas y filántropos más apasionados e influyentes del mundo del arte durante más de medio siglo. Su primera adquisición significativa fue un collage tardío del dadaísta alemán Kurt Schwitters. Durante las décadas siguientes, construyó la mejor colección privada de arte cubista del mundo. En el Museo Whitney de Nueva York, del que fue presidente, se le considera el mayor defensor de la institución. En 2008, su donación récord de 131 millones de dólares es la de mayor cuantía en la historia del museo. Respaldó el traslado del museo a su sede en el centro de la ciudad. También donó y ayudó al museo a adquirir cientos de obras para su colección.
Ronald S. Lauder, con Maria Altmann, junto al retrato de Adele Bloch-Bauer I, de Gustav Klimt, en la Neue Galerie de Nueva York en 2006
La relación de la familia Lauder con Klimt no acaba con la colección de Leonard. Su hermano Ronald, propietario de la Neue Galerie en Nueva York -un pequeño museo ubicado en Manhattan dedicado al arte alemán y austriaco-, adquirió en una subasta en Sotheby’s en 2006 el ‘Retrato de Adele Bloch-Bauer I’, de Gustav Klimt, por 135 millones de dólares, unos 107 millones de euros. Se convirtió en el cuadro más caro de la historia. Una pintura sobre la que corrieron ríos de tinta. En 2015 fue el motivo central de ‘La dama de oro’, una película de la BBC con Helen Mirren y Ryan Reynolds, dirigida por Simon Curtis. Ese retrato de la esposa de un industrial judío de la industria azucarera está considerado una de las obras maestras de Klimt y ha sido causa de grandes disputas entre el Gobierno de Austria y una sobrina de Bloch-Bauer, que defendía la propiedad del óleo. Había sido incautado junto a otras cuatro pinturas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Tras un mediático juicio, cinco obras fueron entregadas a su sobrina, Maria Altmann, de 90 años, que vivía en Los Ángeles, y a su familia.
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