Si la pasarela de Prada es un acontecimiento global que marca que el curso de la industria de la moda, su último desfile no ha sido la excepción. Miuccia Prada y Raf Simons han vuelto a demostrar que la innovación puede convivir con la elegancia más depurada, construyendo un relato que va más allá de las prendas y que define el pulso estético de la próxima temporada. Entre guiños a la tradición de la casa y gestos minimalistas que han desafiado las expectativas (siempre altísimas), la colección se ha erigido como una declaración de intenciones que reafirma lo que ya sabíamos: Prada no sigue las tendencias, las crea.
En este ejercicio de síntesis y contraste, la firma italiana ha desplegado cinco claves que, sin duda, marcarán el armario contemporáneo de la próxima primavera 2026. De la reinterpretación de los clásicos a su aproximación siempre inteligente hacia la nueva feminidad, pasando por texturas inesperadas y una paleta cromática que habla de presente y de futuro, cada look confirmó la capacidad de Prada para definir cómo queremos vestir —y sentirnos— aquí y ahora. Así que sin más dilación: estas son las cinco claves que, sin duda, darán que hablar los próximos meses.
5 claves del desfile de Prada:
1. Una prenda: el mono
Los monos nunca acabaron de irse pero, según apunta Prada, serán la prenda estrella de la próxima temporada. De aires utilitarios y con corte masculino, el duo creativo del momento apunta hacia esta prenda como gran protagonista de 2026. Eso sí, en clave minimalista y elevada, combinando camisa y pantalones de pinzas.
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2. Un color: el verde militar
Si algo ha quedado claro tras este desfile es que la inspiración miliar va más allá del estampado de camuflaje: faldas patchwork que nos remiten a la pobreza de posguerra, prendas que emulan detalles de los uniformes militares y, cómo no, el color verde caqui, se encargan de transportarnos a ese universo estético entre totalitario y retro, que tan bien domina la casa Prada.
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3. Una tendencia: las trasparencias
La mujer Prada puede vestir una camisa abrochada hasta el cuello y unos pantalones masculinos con la misma confianza que un culotte y un sujetador. Así, al menos, lo hemos podido comprobar en los últimos tiempos, en los que la firma ha popularizado desde las bragas de calle, hasta las faldas trasparentes. Una deriva que continúa de cara al 2026 de la mano de las faldas de gasa con tirantes integrados y microtops y que, seguro, veremos –originales o versionadas– hasta la extenuación.
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4. Una década: los 50
La silueta en A que reinó en los años 50 se convierte en otra de las grandes apuestas de Prada para 2026. Pero no solo eso: los kitten heels continúan su hegemonía, igual que lo hacen las faldas abullonadas y los guantes largos. Las referencias a la feminidad clásica, pero siempre combinada con pinceladas rotundas de masculinidad, protagonizan así un baile de opuestos que solo Prada podría hacer funcionar.
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5. Una joya: los pendientes
Y si bien en otras ocasiones la casa Prada nos ha regalado desfiles plagados de complementos destinados a convertirse en objetos de deseo, en este caso, la austeridad ha imperado también a la hora de construir los looks del desfile. Se han visto zapatos, algún que otro bolso y gafas, pero la auténtica guinda del pastel la han puesto los pendientes lágrima de cristales iridiscentes. Un objeto de deseo con el que soñaremos hasta que llegue 2026.
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