Cómo bajar el cortisol durante el acto de comer
El cortisol goza de una popularidad desafortunada. Tanta, que en ocasiones llega a exhibirse como si fuese una medalla. Se trata de una hormona que, en teoría, nos ayuda a mantenernos alerta y responder al estrés. Pero también puede llegar a dispararse sin freno, provocando cinco señales entre las que destacan algunos rasgos físicos: la cara de cortisol y la barriga de cortisol.
En ocasiones, quienes padecen niveles muy altos sufren adicción al cortisol o estrés crónico. Pero hay formas de reducirlos: dar abrazos de ocho segundos, tener conversaciones reconfortantes durante la cena, practicar determinadas actividades de forma cotidiana y, en efecto, la comida. En particular, hay diez alimentos que bajan el cortisol, pero el modo de ingerirlos afecta mucho más de lo que podrías imaginar al proceso.
Así lo explica Sandra Martínez, Directora del Spa de 7Pines Resort Ibiza: “El acto de comer puede ser una herramienta reguladora del estrés si se hace de manera consciente. Hay alimentos que ayudan a nutrir el sistema nervioso sin inflamar: los ricos en grasas saludables, fibra, magnesio o triptófano —como nueces, aguacate o cacao puro— favorecen la producción de serotonina y reducen los niveles de cortisol”.
Cómo bajar el cortisol comiendo despacio
La clave, según Martínez, no está solo en lo que ponemos en el plato, sino en cómo lo hacemos: “Rituales de alimentación lenta, como los que se proponen en muchos spas o centros wellness, activan la digestión desde la calma, no desde la urgencia”. Dicho de otro modo: poner el móvil en modo avión y convertir la comida en un ritual de autocuidado también cuenta como medicina antiestrés.
Termina con una infusión de plantas adaptógenas
Las bebidas calientes para terminar también tienen un papel protagonista. “Infusiones con plantas adaptógenas como la ashwagandha, la mucuna pruriens o la rhodiola pueden apoyar el eje HPA (hipotálamo-hipófisis-adrenal), esencial en la regulación del cortisol”, señala la experta. Es decir, además de nutrir, estas fórmulas ayudan al cuerpo a recuperar el equilibrio en momentos de desajuste.
Come sano y come en calma
El mensaje de fondo es claro: “No se trata solo de comer ‘sano’, sino de alimentar al sistema nervioso desde la presencia”, resume Sandra Martínez. Una forma de recordar que lo que calma no es únicamente lo que comemos, sino también cómo nos relacionamos con ello.
De este modo, bajar el cortisol con la comida no es seguir una dieta más: es una invitación a rediseñar la relación con los alimentos, pasar del modo automático al consciente y, de paso, darle al sistema nervioso un respiro en medio del ruido.