De Dua Lipa a Zoë Kravitz, pasando por Alexa Chung y Sabrina Carpenter: algunas de las mujeres más cool del panorama estilístico se han inclinado últimamente por lucir con orgullo su cabello encrespado. En las pasarelas neoyorquinas, como en el desfile de primavera/verano 2026 de Khaite, el cabello imperfecto (con mechones rebeldes y un acabado despeinado) fue la clave.
Aunque el cabello liso sigue generando reclamo, el encrespamiento es aún más realista. Antaño, no se permitía que ni un solo mechón saliera de la peluquería sin estar perfectamente alisado. Ahora, incluso los profesionales abogan por aportar un poco de electricidad y textura. Puede que sea un pequeño detalle, pero refleja un movimiento más amplio: estamos empezando a huir de la perfección en favor de la belleza real y cruda.
Cuando le pregunto al peluquero Luke Hersheson qué opina de esta tendencia, está de acuerdo en que el look impecable y brillante está perdiendo su atractivo. “En su lugar, hay una tendencia hacia el cabello –y la belleza en general– con un aspecto menos trabajado”, afirma. “Quieres que tu pelo parezca poco trabajado, un poco como si te hubiese pillado la lluvia. Que no parezca peinado, sino natural”. ¿Un pelo que está en su mejor momento un par de días después de lavarlo? Esa es la idea.
Sam McKnight, el artífice de innumerables melenas cool, también le ve el encanto. “Un poco de encrespado puede aportar suavidad y volumen”, dice. “Pero no dejes que se vea deslucido: sigue queriendo brillo, que puedes conseguir con un bálsamo nutritivo ligero”.
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