En un contexto totalmente distinto, Vittoria Ceretti reafirmó la fuerza de este mismo vestido en la première en Los Ángeles de la última película de Leonardo DiCaprio, Una batalla tras otra. Apostó por un diseño blanco de Tom Ford (concretamente, de la colección debut de Haider Ackermann para el otoño 2025), que seguía el mismo patrón que el de Emily, aunque este incorporaba además una abertura desde la cadera hasta el suelo. Combinado con un bolso de mano, stilettos y bastantes joyas plateadas (incluyendo unos pendientes earcuffs), la italiana confió en esta silueta para crear un look depurado, pero tan magnético que resultaba ideal para una alfombra roja.
Vittoria Ceretti en el estreno de Una batalla tras otra en Los Ángeles.
Michael Buckner/Getty Images
Sin embargo, hay algo más que une a estos dos momentos fashion. Hay una filosofía estética minimalista marcando el rumbo, un manifiesto de sobriedad contemporánea que se reduce a lo esencial (y el que, por cierto, también están siguiendo otras celebridades como nuestra querida Rosalía). La aparente simplicidad de este diseño, que al observarlo como merece revela un arduo trabajo de patronaje, es lo que enamora por encima de todas las cosas.
Así, con su corte recto y simple, la ausencia de mangas y un escote cerrado y alto (perfecto para cuando comienzan a bajar las temperaturas medias), este vestido no grita, pero impone sigilosamente tendencia. Una pieza verdaderamente atemporal y favorecedora que incorporar al armario para siempre, ya sea con estilismos del día a día o para eventos más arreglados como en el caso de ambas modelos.