Tras el fallecimiento de Giorgio Armani a los 91 años, se ha dado a conocer el futuro de la firma con la que el diseñador definió la década de 1980. Su empresa homónima, Giorgio Armani S.p.a., (de la que fue el único accionista) inició su andadura en 1975 y actualmente emplea a unas 8.000 personas en todo el mundo. Ahora se ha dado a conocer su testamento, donde el modisto indicó los pasos que deberán seguir sus herederos para gestionarla.
En el documento se establecen una serie de pautas: en primer lugar, los herederos de Armani tendrán que vender una participación minoritaria en un plazo de 18 meses, con una transferencia mayor al mismo comprador más adelante. Para esta decisión, según el difunto diseñador, se deberá dar preferencia a LVMH, L’Oréal o EssilorLuxottica, tal y como daban a conocer Reuters y The Business of Fashion. Asimismo, los herederos deberán tener en cuenta otras empresas de moda y lujo, con las que la empresa tiene vínculos comerciales, para una futura venta.
En concreto, la participación a vender en este plazo de 18 meses tendrá que ser del 15%, para transferir entre un 30 % y un 54,9 % adicional al mismo comprador entre tres y cinco años después de su fallecimiento. ¿Qué ocurriría en caso de que la venta no llegase a producirse en el tiempo delimitado? La marca deberá salir a bolsa. Una serie de indicaciones con las que, a partir de ahora, se mantendrá el legado de Giorgio Armani.
La vida de Giorgio Armani en imágenes
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