Falcó lleva más de cinco años construyendo una carrera entre series como Atasco, Un nuevo amanecer –aquel retrato de las adicciones de Yolanda Ramos– o Nacho, el biopic de Nacho Vidal, no así Pau Simon. El actor participó en Nudes, una serie que se pudo ver en la autonómica TV3 y El refugio atómico supone su primera incursión en el audiovisual nacional. “Lo estoy viviendo un poco disociado. Llevamos tanto tiempo enfrascados en esto que, por raro que parezca, mi cuerpo está en un estado supernormal. Me encuentro sin expectativas, disfrutando, muy presente y feliz”, comparte el actor.
“Recuerdo estar hablando con Jesús Colmenar [el director] y apuntar en mi libreta: ‘Romeo y Julieta’. Él nos hablaba de una serie antigua para nosotros sobre dos personajes que no podían encontrarse, pero lo hacían y se daba entre ellos un amor imposible. El público todo el rato quería verlos juntos, pero ese mismo público sabía que no era sano ni bueno”, explica Alicia Falcó sobre la naturaleza de la relación entre Asia y Max. “Para mí no había referentes porque es cierto que aunque el vínculo sea muy fuerte, cada uno lo vive distinto. Max va conociendo a Asia durante el tiempo en el que transcurre la serie. Aunque sí se conocieron en el pasado, la relación se va forjando al ver cómo son ahora”, apunta Simon.
Cualquiera familiarizado con La casa de papel o Sky Rojo sabrá que en las producciones bajo la firma de Pina y Lobato todo es posible. Los giros de guion, insistimos, están a la orden del día en cualquiera de sus series y El refugio atómico no iba a ser menos. Asia, quien arranca la ficción como una adolescente obsesionada con su historia familiar en el exterior, se ve obligada a convertirse en la médico de la instalación de facto. “En la productora me pusieron algunas clases con una enfermera”, explica divertida Alicia Falcó. “Me tuve que llevar a casa una esponja y una jeringuilla para practicar. La esponja para coger soltura al coser y la jeringuilla para dominar el poner inyecciones”, continúa. “Tengo un par de amigas que han estudiado enfermería y les pregunté mucho también. Me daba mucho miedo al actuar que se notara mucho que no tenía ni idea, es algo que me asusta. Una de mis amigas me dijo que la RCP se nota mucho cuando no se sabe hacer y que tuviera cuidado”, admite entre carcajadas.