“No tienes por qué envejecer como tu madre”. Los 5 hábitos diarios de un experto en energía celular
“No tienes por qué envejecer como tu madre”. Aunque esta frase podría haberla pronunciado tu mejor amiga, es un doctor quien la dice. Concretamente Marvin Edeas, experto en mecanismos celulares, profesor de la Universidad de París y fundador de la World Mitochondria Society. El doctor ha colaborado con Clarins para abordar la ciencia de la longevidad que tan presente ha estado en el ADN de la marca francesa desde sus inicios. Edeas es experto en el funcionamiento de las mitocondrias, esos órganos celulares encargados de generar la energía que necesitamos para vivir. Con motivo de esta colaboración hemos hablado con él sobre la capacidad que tenemos para intervenir en cierta medida en la manera en la que envejece nuestro organismo. Más que nunca el envejecimiento activo y saludable es una realidad, esa en la que podemos adoptar una actitud proactiva con buenos hábitos. “Envejecer no es por casualidad, puede ser una elección”, sentencia. He aquí las bases el envejecimiento saludable.
#1. Más té verde (sin leche) y café arábica
Hay dos bebidas que el doctor recomienda con fervor incluir en nuestra dieta para mejorar la comunicación celular y promover la longevidad. Por un lado el té verde, pero sin leche. Según el doctor es rico en epigalocatequina galato (EGCG), una catequina con potente capacidad antioxidante que puede ver reducidas sus bondades si se acompaña de leche por la interacción que hace con la proteína de la leche. Respecto al café, recomienda tomar varias tazas al día (en este caso sí se puede con leche, aunque él se decanta por las bebidas de avena), pero eligiendo siempre un arábica de buena calidad. ¿Los motivos? El café estimula la mitofagia, un proceso celular que repara las mitocondrias dañadas para alcanzar el equilibrio celular.
#2. Desayunos ligeros (y sin zumo de naranja)
Aunque el doctor refrenda las bondades del ayuno intermitente para favorecer los procesos de reparación celular, si se prefiere desayunar (ya se sabe, el ayuno no es para todo los públicos) es preferible que sea una comida ligera; que si incluye pan sea integral y que no tenga al zumo de naranja como protagonista. “100 mililitros de zumo tiene hasta 20 miligramos de azúcar y los picos de glucosa aceleran el envejecimiento. Originan estrés oxidativo porque las mitocondrias tienen que procesar esa azúcar y eso causa inflamación”, explica.
#3. ¿El ejercicio? En su punto medio
Aunque hemos asumido todas las ventajas que tiene la práctica deportiva sea del tipo que sea, el doctor apuesta por el punto medio porque el exceso de deporte también puede incrementar el estrés oxidativo. Las disciplinas de intensidad media como el yoga y el pilates son algunas de sus preferidas, así como los paseos al aire libre en buena compañía y en espacio con buena calidad de aire ya que la polución altera la expresión genética debido a la inflamación que ocasiona.
#4. Relaciones sociales
Las relaciones sociales son un factor protector de la salud mental y de la longevidad. Lo confirman los estudios y el doctor, que recomienda las pequeñas rutinas que favorecen la plasticidad del cerebro como la comunicación con otras personas aunque sea durante conversaciones cortas e improvisadas. También es importante cuidar nuestro contexto y evitar las personas tóxicas. “La mitocondria es energía y también viene de las personas que nos rodean”, apunta.
#5. Manzanas, fresas, brócoli y probióticos
Para favorecer esa comunicación celular y salud mitocondrial, Edeas enumera algunos de los alimentos que no deberían faltar en nuestra dieta: cebollas y manzanas por la presencia de quercetina, un antioxidante que modula la señalización celular; fresas por su contenido en fisetina (que limpia la senescencia de las células que alteran la comunicación) y probióticos para mejorar la salud del estómago, el cerebro y las mitocondrias.
El poder de las cremas es limitado
Todo suma a la hora de prevenir el envejecimiento. No se trata de restar méritos a la acción de los cosméticos, pero es limitada. Como afirma el doctor Olivier Courtin-Clarins, director de Clarins, las cremas no pueden hacer lo que no hace el estilo de vida. Por tanto, las buenas praxis son fundamentales y los cosméticos tienen una acción complementaria. Dicho esto, elegir los tratamientos inspirados en la ciencia de la epigenética para minimizar las modificaciones de los genes asociadas al estilo de vida siempre son una buena alternativa.
El icónico producto de la casa francesa, ahora reformulado para neutralizar las causas de envejecimiento provocadas por el estilo de vida.
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