En Bolivia, en el trópico de Cochabamba -bastión sindical y político de Evo Morales- dos operativos antidrogas consecutivos golpearon a su entorno. En 48 horas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) detuvo a Elba Terán Gonzales, vinculada al movimiento … cocalero, y a LuisFelipe Ladislao Cáceres García, quien fue el máximo responsable de la lucha antidroga durante los 13 años de gobierno de Morales.
Ambos formaron parte del entorno más próximo al expresidente y sus detenciones reavivan la discusión sobre la penetración del narcotráfico en estructuras políticas y sindicales en Bolivia. En la Fiscalía y la Policía insisten en la contundencia de las pruebas; mientras que dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), aliados de Evo Morales, denuncian un plan para desprestigiarlos a poco de cambiar el gobierno.
La detención de Elba Terán se produjo en la zona de Chipiriri, en el municipio de Villa Tunari. Tras interceptar una camioneta con placas falsas, la policía halló diez paquetes que dieron positivo a cocaína. El conductor logró escapar, pero Terán fue arrestada y enviada a prisión preventiva por 30 días en el penal de San Sebastián Mujeres. Vecinos de la región cocalera lanzaron explosivos para intentar liberar a la detenida, lo que obligó a la policía a retirarse rápidamente.
El lunes, mientras avanzaban las investigaciones contra Terán, otro operativo sorprendió mucho más. En Puerto Villarroel, agentes siguieron un sendero oculto en la maleza que conducía a un laboratorio clandestino. Allí encontraron un complejo de producción de cocaína con áreas de filtrado, secado y prensado, además de 2.000 litros de acetato, 200 litros de gasolina y decenas de kilos de químicos especializados. A apenas 500 metros, fue detenido el exjefe antidroga, Felipe Cáceres.
El fiscal de Bolivia, Róger Mariaca, confirmó que Cáceres fue imputado por tráfico de sustancias controladas y aguarda su audiencia de medidas cautelares. Él fue dirigente cocalero en los años noventa, fue dos veces alcalde de Villa Tunari y en 2006 Morales lo designó viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas. Desde ese cargo dirigió la estrategia antidroga boliviana hasta 2019, tras la renuncia de Evo Morales.
Durante más de 13 años fue considerado el hombre fuerte en contra de la coca ilegal y cocaína. De acuerdo a las investigaciones, bajo su mandato estaban prohibidos los operativos antidroga en el trópico de Cochabamba sin su autorización, y la mayoría eran rechazados. En 2019, su patrimonio declarado superaba los 9 millones de bolivianos, cifra mayor a la del propio Morales y del exvicepresidente Álvaro García Linera.
Ahora, el mismo funcionario que lideró la expulsión de la DEA y defendió la «nacionalización» de la lucha antidroga se enfrenta a cargos por narcotráfico.
Elba Terán tampoco es ajena a los delitos por narcotráfico. En 2008 fue detenida junto a su hermana Juana con 147 kilos de cocaína, aunque recuperó la libertad tras pagar una fianza. En 2020 fue condenada a 15 años de cárcel por otro caso, aunque nunca cumplió la sentencia. Ese mismo año fue capturada en Santa Cruz con una identidad falsa. Conocidas como el «clan Terán», siempre vinculado al MAS y al entorno de Evo Morales.
El exdiputado Tomás Monasterio sostuvo que el gobierno del expresidente Morales «no combatió al narcotráfico, sino que lo institucionalizó y lo convirtió en poder político». El analista Manuel Morales, autor de Tomografía del estado narco, calificó la captura de Cáceres como «el golpe más duro al narcotráfico en los últimos años», y recordó que fue «la mano derecha de Evo».
Desde el entorno de Evo Morales, el senador cocalero Leonardo Loza denunció que existe un plan para desprestigiar a su líder vinculándolo al narcotráfico: «¿mañana quién será?», cuestionó e insiste en que ni Elba Terán ni Felipe Cáceres mantienen vínculos actuales con el expresidente. El exministro de Gobierno Carlos Romero, en cambio, pidió cautela y aseguró que la información sobre la aprehensión de Felipe Cáceres es todavía parcial.
Las detenciones se producen semanas después de que Estados Unidos incluyera nuevamente a Bolivia en la lista de países que «han fallado» en la lucha contra el narcotráfico. El informe cita la presencia de cabecillas extranjeros en ese país y advierte que el trópico de Cochabamba sigue siendo un foco de producción y exportación de cocaína.