Gonzalo Aguirregomezcorta
Actualizado Miércoles,
3
septiembre
2025
–
16:55
Corea del Norte ha dado un paso de gigante en su posicionamiento global durante la muestra de poder que la República Popular de China ha exhibido en Pekín. Su líder, Kim Jong-un, ha presenciado el desfile del Ejército Popular de Liberación junto a Xi Jinping y Vladimir Putin en un gesto que eleva su status de actor principal en el nuevo orden mundial que sugiere Pekín. Es la primera vez en seis décadas que un máximo mandatario norcoreano acude a una parada militar en territorio chino, y el momento no podía ser más oportuno. La unidad entre autocracias sirve de aviso a Estados Unidos, y dos de sus líderes más sancionados, el jefe del Kremlin y su homólogo de Corea del Norte, no están tan aislados como pretende Occidente.
Tras el desfile de conmemoración de la rendición de Japón y del fin de la Segunda Guerra Mundial, ambos viajaron en el mismo vehículo a la Residencia Diaoyutai, donde se hospeda el dignatario ruso. Allí mantuvieron una reunión de dos horas y media que comenzó con el agradecimiento de Putin por la participación de militares norcoreanos en la “liberación” de la región de Kursk. Destacó que los soldados norcoreanos “lucharon con valentía y heroísmo” y que Rusia nunca olvidará “los sacrificios de sus fuerzas armadas y de las familias de sus militares”.
La participación en la guerra de Ucrania de unos 15.000 militares norcoreanos -de los 4.700 fueron heridos o fallecieron, según datos facilitados por Seúl- fue el resultado de un acuerdo firmado por Corea del Norte y Rusia en junio de 2024. “Libramos una lucha conjunta”, respondió Kim, quien agradeció a Putin “haber elogiado repetidamente la hazaña” de sus efectivos desplazados a Kursk. “Si podemos hacer algo para ayudar a Rusia, sin duda lo haremos y lo consideraremos un deber fraternal; haremos todo lo posible por ayudarla”. El mandatario norcoreano insistió en que cooperará “en todos los aspectos y en diferentes sectores” para lograr “mayores éxitos” y “mejorar el bienestar de nuestros pueblos”. Tras el encuentro, Putin invitó a su homólogo a Rusia para tener una reunión más distendida.
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LA HIJA DE KIM JONG-UN AVIVA LAS ESPECULACIONES
La aparición de la hija de Kim Jong-un en China, en vísperas del desfile del denominado “Día de la Victoria” en Pekín, ha intensificado las especulaciones sobre el futuro del liderazgo en Corea del Norte. Fotografías difundidas por los medios estatales norcoreanos mostraron a Kim Ju-ae descendiendo del tren blindado de su padre en la capital china, donde fue recibida por funcionarios locales en su primera aparición en un escenario internacional.
Aunque el régimen nunca ha confirmado oficialmente su nombre ni su edad -se estima que tiene alrededor de 12 años-, Ju-ae no es ajena a los focos. Ha acompañado a su padre en numerosos actos oficiales dentro de Corea del Norte, incluidos lanzamientos de misiles balísticos y, más recientemente, la inauguración del complejo turístico de Wonsan Kalma, en la costa oriental del país. Si, como muchos analistas creen, Ju-ae es la sucesora designada por Kim, se convertiría en la cuarta integrante de la dinastía en gobernar Corea del Norte desde que su bisabuelo, Kim Il-sung, fundara el país en 1948. También sería la primera mujer en hacerlo.
El secretismo sobre su figura ha imperado durante años. Fue identificada por primera vez en 2013 por el ex jugador de la NBA Dennis Rodman, amigo personal de Kim, quien aseguró haber sostenido a la entonces bebé durante una visita a Pyongyang. Ju-ae nunca se ha expresado en público; sin embargo, se ha convertido en una presencia casi constante en el entorno de su padre, junto a la influyente hermana pequeña y confidente del líder, Kim Yo-jong, quien también fue vista durante el desfile.
La hermana de Kim Jong-un ha sido durante años la figura femenina más visible del régimen y su mano derecha en asuntos políticos y propagandísticos. Muchos analistas la señalaron en el pasado como la candidata natural a la sucesión en caso de incapacidad o muerte del líder. Entre 2014 y 2022, los recurrentes rumores sobre la salud de Kim alimentaron esas especulaciones y el ascenso de Yo-jong parecía consolidarse.
Sin embargo, la aparición reciente de su sobrina, Ju-ae, en actos domésticos y ahora en China, en su primer viaje institucional fuera de Corea del Norte, ha reavivado las teorías sobre la sucesión dinástica. Ju-ae es presentada como heredera potencial, mientras que Yo-jong parece fortalecerse más como tutora y confidente cercana del líder que como sucesora directa. Algunos analistas advierten, no obstante, que las apariciones públicas de la niña no garantizan que vaya a convertirse automáticamente en la próxima lideresa.
Esta línea de pensamiento contradice lo que la agencia de Inteligencia surcoreana estimó en 2024: que Ju-ae podría estar siendo preparada para asumir el liderazgo su país.