Este viernes la Iglesia argentina se ha pronunciado contra la «ausencia del Estado» en relación al asesinato de tres jóvenes ocurrido esta semana en el partido bonaerense de Florencio Varela, ubicado al sur de Buenos Aires. «Necesitamos un Estado presente», ha expresado a través de … un comunicado.
El texto, difundido por la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia del episcopado argentino, señala: «Nos solidarizamos con las familias de Morena, Brenda y Lara por el brutal asesinato que han sufrido estas jóvenes». Cabe recordar que el triple crimen ha sido asociado al narcotráfico. Es por ello que, en el mismo comunicado, se hace referencia al «avance del narcotráfico, especialmente en los barrios más vulnerables de nuestro país».
Tres meses atrás, la Iglesia había denunciado los peligros referidos al mundo narco en Argentina. «La retirada del Estado es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte», había advertido en el mes de junio. Este sábado se realizará una movilización en Plaza de Mayo para pedir Justicia, bajo la consigna «Ninguna vida es descartable».
La casa del horror
Cabe recordar que el pasado miércoles, a cinco días de su desaparición, fueron encontrados los cuerpos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo, Morena Verdi –la primera, de 15 años, y las dos últimas, dos primas de 20 años-. Las tres habían sido vistas por última vez en de La Tablada, en el partido bonaerense de La Matanza. Luego se supo que las jóvenes habían sido torturadas, descuartizadas y enterradas. El macabro crimen fue transmitido en redes sociales a un grupo cerrado de personas.
Hasta el momento, hay solo cuatro personas detenidas por el triple asesinato. Se trata de Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27). Todos ellos se encuentran presos y, por el momento, se negaron a hacer declaraciones.
De acuerdo con las pistas de la investigación, las tres víctimas habían caído en una trampa que consistió en una invitación a una fiesta en el barrio porteño de Bajo Flores. La cita acabó luego en una casa en la localidad de Florencio Varela –ubicada a unos 25 kilómetros de Buenos Aires-, donde fueron torturadas y asesinadas. Luego fueron enterradas en el patio. «Hubo una estrategia premeditada para llevarlas a un lugar y matarlas», afirmó el pasado miércoles el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso.
Una venganza entre narcos
A medida que avanza la investigación en la Justicia, todo parece indicar que existe un vínculo entre el crimen y el mundo narco. De hecho, se apunta a un presunto jefe narco, conocido con el apodo de ‘Pequeño J’ o ‘Julito’. El ciudadano de origen peruano tiene 23 años, se encuentra actualmente prófugo y cuenta con una orden de captura tanto nacional como internacional. Habría sido el encargado de ordenar y planificar el crimen. Los dueños de la casa donde fueron encontrados los cuerpos de las tres víctimas son una pareja de origen peruano. Ambos fueron detenidos en un hotel.
Cuando la Policía allanó la casa del presunto líder narco, se encontró con trampas electrificadas e, incluso, un mensaje destinado a las fuerzas de seguridad. Se sospecha que el investigado habría cometido el crimen para vengarse de alguien de su propia banda, que habría intentado robarle. «Así le va a quien me roba», habría advertido el jefe narco en las redes sociales.
Este sábado se realizará una manifestación desde la Plaza de Mayo en dirección al Congreso Nacional para exigir Justicia. A las reclamaciones de la Iglesia se suman las del colectivo Ni Una Menos, que este fin de semana apuntan a colmar la histórica plaza tras el terrible crimen.