BMW ha iniciado el retiro de más de 330.000 vehículos en todo el mundo debido a un defecto detectado en el motor de arranque que puede ocasionar corrosión y, en el peor de los casos, provocar un incendio. La medida afecta a automóviles fabricados entre septiembre de 2015 y septiembre de 2021, incluyendo modelos populares tanto diésel como gasolina, bajo las marcas BMW y en algunos casos Toyota Supra fabricados en alianza con la alemana.
Según informó BMW, el problema radica en la posible entrada de agua en el motor de arranque, lo que puede generar corrosión en componentes eléctricos. Esto a su vez puede causar un cortocircuito que derive en sobrecalentamiento e incluso incendios, riesgo que puede producirse incluso cuando el vehículo está estacionado. La compañía ha recomendado a los propietarios de los vehículos afectados que eviten estacionar sus coches en espacios cerrados hasta que sean revisados y reparados en talleres oficiales sin coste alguno.
La llamada a revisión afecta aproximadamente a 136.500 vehículos en Alemania y 195.000 en Estados Unidos, con otros vehículos repartidos en diferentes mercados globales. BMW comenzará a enviar cartas a los propietarios a partir del 14 de noviembre con instrucciones para la verificación gratuita y reparación del defecto. Esta medida preventiva se produce tras varios incidentes y nace del compromiso de la marca con la seguridad, a la vez que recoge la experiencia acumulada con anteriores campañas de retiro masivo.