Más allá del dolor emocional, un divorcio o separación suele tener un elevado coste para el bolsillo de la pareja que decide escribir su vida por separado. En esta tesitura se encontraron el año pasado 86.595 parejas en España, un 8,2% más que en el 2023. Según un informe del observatorio CEU-Cefas, las rupturas matrimoniales tienen un coste por familia afectada superior al 15% de “su PIB particular”, lo que se traduce “en un empeoramiento apreciable” de su nivel de vida. Así que protegerse contra los efectos económicos de las rupturas puede ser crucial para la salud financiera.
De hecho, “una de las principales preocupaciones de las personas de entre 25 y 60 años es la gestión de los divorcios”, explica Natàlia Mañas, supervisora del centro de asistencia jurídica de onLygal. Así lo apuntó un 71% de los encuestados de esta franja de edad, “incluso por delante de la preocupación ante la ocupación ilegal de la vivienda y los fraudes bancarios”.
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El primer gasto que debe afrontarse en un divorcio es el del papeleo. Dependiendo de la complejidad de cada caso, puede costar desde 750 euros por cónyuge a varios miles de euros. En este sentido, proliferan las compañías aseguradoras que incluyen en algunas de sus pólizas cobertura legal para las contingencias relacionadas con la disolución matrimonial. “En ese caso, solo se aplica si cuando se contrató no había indicios de que la relación de pareja iba mal o la separación ya estaba en curso”, comenta el corredor de seguros Carlos Lluch.
En todo caso, Mañas prevé que este tipo de soluciones vayan ganando interés de forma “creciente” y “sostenida” a medida que se incremente el conocimiento y penetración de los seguros de protección jurídica. En este sentido, la compañía de servicios legales ofrece una póliza específica diseñada para dar asesoramiento y servicios de gestión jurídica tras la ruptura.
Seguros
Las pólizas contra divorcios cubren gastos jurídicos y pensiones alimenticias
Por su parte, la aseguradora Generali también cuenta con una póliza de hogar con cobertura opcional que permitiría al asegurado reclamar frente a su cónyuge o pareja de hecho en caso de, por ejemplo, incumplimiento del pago de prestaciones o del régimen de visitas. “Si ambas partes fueran asegurados de la compañía, se garantizaría la libre elección de abogado y procurador con un límite de 6.000 euros por siniestro”, aclaran desde Generali.
Mientras que la aseguradora ARAG tiene una póliza que ofrece la posibilidad de cubrir gastos relacionados con la disolución matrimonial. El producto incluye el reembolso de los gastos jurídicos por separación o divorcio –hasta 1.200 euros, la mitad para cada cónyuge– y la ayuda para el pago de la pensión, hasta 1.000 euros mensuales durante un máximo de un año.
Régimen matrimonial y pactos
Otras vías para protegerse de las consecuencias económicas de un divorcio
Existen, no obstante, otras vías para protegerse del impacto económico de un divorcio. “La herramienta que más protege a las dos partes son los acuerdos prematrimoniales”, señala Adriana Auset, abogada de derecho de familia. Suscribir este tipo de pacto permite a la pareja planificar la repartición de bienes en caso de separación, así como pensiones, tanto compensatorias como de alimentos, indemnizaciones al cónyuge más desfavorecido e, incluso, llegar a acuerdos sobre cómo quedaría la empresa familiar tras la ruptura.
Por último, Auset recuerda que la parte de la pareja más vulnerable económicamente suele ser aquella que renuncia a su carrera profesional para dedicarse al cuidado de los hijos y del hogar. La pensión compensatoria a veces “no es suficiente” para mantener el mismo nivel de vida. Por ello, si no existe un pacto prematrimonial, aconseja elegir un régimen matrimonial adecuado y tener una participación activa en la gestión financiera de la pareja.