El 83,4% de los nudos de la red de distribución de las principales compañías eléctricas españolas están saturados; es decir, no tienen potencia para conectarse con nuevos clientes. Este es el triste diagnóstico que arroja el primer mapa de capacidad de la distribución eléctrica … que se lleva a cabo en nuestro país, que ha sido publicado esta mañana por las empresas del sector a petición de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que hace un año pidió el estudio con objeto de conocer el estado de la infraestructura; específicamente, de los nudos de red, que son las subestaciones que transforman la electricidad para que llegue a los clientes.
En un comunicado conjunto publicado ayer, Aelec (la patronal de las principales eléctricas) y Naturgy, un grupo de empresas que juntas controlan más del 90% de las redes de distribución, calificaron la situación como de «saturación». Exactamente, en 2024 las distribuidoras tuvieron que rechazar el 49% de las solicitudes de conexión que recibieron, lo que significa que una variada gama de clientes quedaron sin servicio y vieron afectadas sus inversiones. Entre estos están sectores críticos como la industria, la vivienda o los centros de datos.
En el comunicado, la patronal justifica la saturación por el incremento de las solicitudes de acceso –dada la creciente electrificación de la economía– y, lo más importante, por una regulación que «ha seguido en los últimos años un ritmo inversor y unos criterios distintos a los que exigía el crecimiento de la demanda». Se trata de una acusación nada velada a la CNMC, que es la encargada de regular la distribución eléctrica y de fijar las retribuciones que reciben las empresas. Y esto último es el verdadero quit de la cuestión, pues las compañías consideran que el rendimiento económico que se les permite sacar por la distribución no es necesario para financiar las inversiones que se necesitan.
Solicitudes de permiso
de acceso y conexión (AyC)
de demanda en 2024
Proporción de solicitudes
no concedidas
Solicitudes totales
de AyC de la demanda
Sectores con mayor
proporción de solicitudes
no concedidas
Fuente: aelec y UFD / ABC
Solicitudes de permiso de acceso y conexión
(AyC) de demanda en 2024
Proporción de
solicitudes no
concedidas
Solicitudes totales
de AyC de la demanda
Sectores con mayor
proporción de solicitudes
no concedidas
Fuente: aelec y UFD / ABC
Curiosamente, la reacción ayer a estas acusaciones no llegó de parte del organismo que preside Cani Fernández, sino del Ministerio para la Transición Ecológica, que señaló que desde 2020 se han otorgado 43 gigavatios (GW) de capacidad para nuevas demandas de energía. En palabras del departamento que dirige Sara Aagesen, potencia suficiente para «otra España entera». Sin embargo, a ojos del sector el problema con esta justificación es que no desmiente otra realidad, y es que el año pasado las eléctricas recibieron demandas de acceso y conexión por un total de 67,1 gigavatios, tantas que cerca de la mitad tuvieron que ser rechazadas, como ya se ha avanzado.
Tanto las cifras como la reacción del Gobierno resultan paradójicas, pues chocan con la agenda verde de un Ejecutivo que se ha propuesto –en línea con las demandas de Bruselas– impulsar la electrificación de la economía. Además, advierte la patronal eléctrica, la insuficiente inversión en redes de distribución tampoco casa con el sensacional despliegue de las renovables en los últimos años, hecho que podría limitar «el crecimiento económico y la competitividad que la electrificación puede aportar a España».
Precisamente, los datos facilitados por Aelec revelan que entre los sectores más afectados por la falta de infraestructuras están los que deberían encabezar la electrificación que reivindica el Gobierno. En 2024, las compañías tuvieron que rechazar el 41% de las solicitudes de acceso y conexión del sector de los centros de procesamiento de datos, el 57% de las de la industria y el 56% en el caso de la industria de almacenaje.
Conflicto con la CNMC
La polémica con la CNMC empezó el pasado mes de julio, cuando el regulador dio a conocer su propuesta para actualizar tanto la Tasa de Retribución Financiera (TRF) como el modelo de retribución de la distribución eléctrica para el período 2026-2031. Se trata de dos variables clave, de las que depende la capacidad de las eléctricas para adaptar sus inversiones a la demanda, en un entorno regulado.
En lo que refiere a la TRF –el indicador que fija el rendimiento financiero permitido a las empresas que operan la infraestructura–, la CNMC propuso una tasa del 6,46% para la distribución, un porcentaje que está lejos del que pedían las empresas (7,5%) y del que se aplica en otros países o en otros mercados regulados, como las telecomunicaciones (6,9%) o los aeropuertos (8%). Según Aelec, esto sitúa a la distribución eléctrica española «en el vagón de cola del atractivo para las inversiones».
En segundo lugar está el modelo de retribución que propuso la CNMC, que Aelec consideró insuficiente porque se basa en las «necesidades del pasado» y no tiene en cuenta las exigencias actuales ni futuras de un sistema que cada vez sufre mayor presión. Además, según la patronal la propuesta incentiva a minimizar las inversiones, pues las ajusta al nivel necesario para renovar los activos obsoletos sin tener en cuenta que la capacidad está casi agotada.
A pesar de todo, ayer desde Aelec reivindicaron como un éxito que por primera vez nuestro país goce de un diagnóstico preciso sobre la capacidad del sistema de distribución, algo que calificaron como «un hito en transparencia y eficiencia, ya que permite a consumidores, promotores e industria conocer de forma anticipada dónde existe capacidad real para conectarse». A partir de ahí, queda pendiente de resolver la pugna con la CNMC a cuenta de las retribuciones, algo que será clave para asegurar la transición enérgetica, en opinión del sector.