La economía española sigue en forma y acabará el año con un crecimiento del 2,6%, según las proyecciones económicas que esta mañana ha publicado el Banco de España, que ha revisado al alza dos décimas la previsión que había hecho en junio. La clave es el consumo privado, que es el componente que más contribuye a este crecimiento, aunque es cierto que en los años siguientes habrá una cierta desaceleración de su dinamismo por un entorno de elevada incertidumbre y una tasa de ahorro superior al promedio histórico.
Otros dos elementos que impulsan la actividad son la inversión y el consumo público. La inversión aumenta su contribución respecto al año anterior y se mantendrá sólida en ejercicios posteriores gracias a los fondos Next Generation, unas buenas condiciones de financiación y al dinamismo de la inversión residencial. En cambio, el consumo público se frena de manera ostensible, aunque menos de lo que se podía esperar por el aumento previsto del gasto en defensa.
Crecimiento del PIB y contribuciones de los principales componentes
Exportaciones netas de bienes y servicios
Formación bruta de capital
Fuente: Banco de España e INE
Crecimiento del PIB y contribuciones de los principales componentes
Exportaciones netas de bienes y servicios
Formación bruta de capital
Fuente: Banco de España e INE
Crecimiento del PIB y contribuciones de los principales componentes
Exportaciones netas de bienes y servicios
Formación bruta de capital
Fuente: Banco de España e INE
La revisión al alza del PIB del 2025 de dos décimas viene determinada por un segundo trimestre con un crecimiento mejor de lo anticipado, y unos datos del tercer trimestre que prometen superar las previsiones tanto en el mercado laboral como en los índices que miden la actividad del sector manufacturero. En cambio, juegan en dirección contraria unos precios de la electricidad más altos de lo anticipado.
Yendo a lo más inmediato, de cara al tercer trimestre, los indicadores apuntan a un crecimiento robusto, entre el 0,6% y el 0,7%, es decir, en la línea de la primera mitad del año. Es lo que permite mantener un crecimiento del PIB del 2,6% este año, que se reducirá hasta el 1,8% en el 2026.
La inflación se revisa al alza, al 2,5%
Por lo que respecta a la inflación, el Banco de España calcula que se situará en el 2,5% este año, una décima por encima de la prevista en junio. Son el encarecimiento de los precios de la energía y en menor medida de los alimentos los que explican este ligero incremento de la previsión anterior. A partir de enero, la inflación se irá moderando hasta registrar una media del 1,7% en el 2026.
El mercado laboral también seguirá mostrando un buen comportamiento en lo que queda de año, con un incremento del empleo en el conjunto del 2025, lo que permitirá reducir la tasa de paro progresivamente. Este año hasta el 10,5% y en el 2027 conseguiría bajar del 10%.
Donde el Banco de España también mejora las proyecciones es en el déficit. Lo deja este año en el 2,5%, tres décimas por debajo del objetivo del Gobierno y también de lo calculado en junio, gracias una mejora de los ingresos públicos ligada a una actividad más dinámica. Esta previsión ya incluye los gastos provocados por la dana, que han restado 0,2 puntos del PIB este año. En materia fiscal, no se han producido novedades desde junio, excepto la aprobación de los permitidos por nacimiento y cuidado del menor, que tienen un impacto presupuestario limitado.