El mismo día que el consenso de los analistas españoles ha elevado su previsión de crecimiento para este año al nivel de la previsión oficial del Gobierno, un 2,6%, el presidente Pedro Sánchez ha avanzado una revisión al alza de la previsión oficial, que … se formalizará este martes en la reunión del Consejo de Ministros y que sentará las bases del proyecto de Presupuestos para 2026 que al parecer el Gobierno tiene la intención de presentar, aún sin tener el apoyo parlamentario explícito necesario para sacarlos adelante.
Se trata de un anuncio inusual, ya que el Gobierno se había jactado hasta hace bien poco de revisar su previsión de crecimiento solo cuando correspondía por calendario, a finales de abril cuando los países de la UE debían actualizar la información sobre sus planes económicos y de reformas a la Comisión Europea, y cuando se presentaba el proyecto de Presupuestos, momento en que se actualizaba el cuadro macro para la economía española.
Esta vez se ha hecho antes de presentar el proyecto de Presupuestos, en un contexto de ofensiva total del Gobierno para recuperar la iniciativa política perdida por las dificultades para sacar adelante leyes en el Parlamento por su incapacidad para sumar una mayoría suficiente y con el presidente y varios de sus hombres de confianza acorralados por casos de corrupción.
Sánchez ha avanzado este lunes que se revisará al alza la tasa de crecimiento prevista para 2026, después de que los datos oficiales del INE hayan registrado tasas de crecimiento superiores a las previstas tanto en el primer trimestre del año como en el segundo (el dato definitivo de crecimiento en el segundo trimestre se conocerá la semana que viene), pero el Gobierno actualizará el ciclo de crecimiento de los próximos tres años, del 2025 al 2027. A día de hoy, y tras la última revisión operada el pasado mes de febrero, también fuera del calendario habitual, la expectativa del Gobierno prevé un crecimiento del 2,6% para este año, del 2,2% para 2026 y según el plan de ajuste fiscal del 2,0% para 2027.
La revisión al alza tiene un relevante impacto presupuestario. El crecimiento del ejercicio precedente ejerce un efecto arrastre estadístico sobre el del año siguiente que probablemente llevaría también a revisar al alza el crecimiento de 2027 y aún cuando no fuera así elevaría la base sobre la que se calcularían los ingresos previstos para 2027 y en un contexto de estrictas reglas fiscales europeas ensancharía el margen del que el Gobierno dispondría para gastar en varios cientos de millones de euros.