En The District, la feria inmobiliaria que celebra su cuarta edición en Barcelona, los inversores, gestores y asesores tratan de dar con la tecla para adelantarse al mercado. Hay algunas apuestas que pueden parecer más evidentes, como el alojamiento turístico y el residencial, pero otras son un melón por abrir. Ardian y Brookfield, dos fondos internacionales que operan en España, han apuntado esta mañana en una conferencia que el próximo filón turístico son el residencial para la tercera edad y el sector de la salud, aunque también han reconocido que todavía no tienen claro cuál debe ser el modelo de explotación.
“Está claro que todo este segmento de mercado necesita más oferta. Es un mercado que tiene todos los fundamentales para funcionar, pero nadie sabe exactamente cómo hacerlo”, ha explicado el director general de Brookfield en España, Alberto Nin. “Tiene todos los elementos demográficos para funcionar, pero todavía se debe demostrar que es un sector atractivo”, ha comentado el director general de Ardian, Edmund Eggins.
El residencial de la tercera edad es un tipo de activos que va más allá de las residencias de la tercera edad. Hay varios modelos pero los más populares son viviendas con servicios compartidos. Estos modelos son populares en Estados Unidos y Autralia.
Ambos inversores argumentan su apuesta porque las proyecciones de envejecimiento de la población en España les acompañan. Por ejemplo, el Instituto Nacional de la Estadística (INE) señala que la población de más de 80 años crecerá un 47,5% en los próximos 15 años. Este escenario demográfico exige una adaptación del modelo residencial pero también el hospitalario para acomodarse a las necesidades de los ancianos. Sin embargo, los inversores temen este tipo de activos porque habitualmente presentan problemas de gestión y de reputación
El director de mercados de capital de Colliers, Alberto Díaz, sostiene que este tipo de activos no se pueden tomar desde una visión oportunista. En este sentido, una inversión en este tipo de activos no generará grandes retornos, pero garantizará cierta seguridad. “La verdad es que hemos pasado por lo peor. Con la pandemia, el sector sufrió por su reputación y los riesgos vinculados al negocio subieron. Sin embargo, todos los operadores pagaron las rentas porque están apoyados por grandes firmas de seguros. Son contratos a 25 años muy seguros”, sostuvo.
Nin ha asegurado que prevé que este sector siga una línea similar a lo que ha ocurrido con las residencias de estudiantes. “Cuando entramos en ese mercado, era un modelo muy estable, pero había pocas empresas promoviendo residencias en un mercado abierto. Nosotros lo habíamos hecho en Estados Unidos y Reino Unido, pero no sabíamos exactamente cómo vender este producto. Al final, sólo lo entiendes cuando lo operas”, ha asegurado.
Más allá de las residencias de ancianos y los activos vinculados a salud, hay varios sectores con potencial. España es el mercado europeo con mayor crecimiento de inversión inmobiliaria y el optimismo se deja ver entre los ponentes. La estrella del momento son, sin duda, los hoteles. “España es el segundo país en términos de visitantes turísticos. Somos un ejemplo de cómo desarrollar un negocio. Esto es algo que tenemos que tener claro”, ha comentado el jefe de inmobiliario, inversión y desarrollo de Catalonia Hotels, Federico Holzmann. “Nosotros invertimos en España pero cada vez es más complicado porque hay más competidores internacionales que vienen a pujar por los mismos activos”, ha señalado.
Díaz por su parte, defendió el papel del residencial. “La realidad que tenemos es que no tenemos espacio para acomodar los crecimientos de población que hay en España. En este sentido, tenemos a todas las administraciones alineadas para intentar solventar el problema”, aseguró el consultor, aunque reconoció que el mercado ha virado para la vivienda asequible, por lo que los márgenes de beneficios son más ajustados